Este momento iba a llegar, tenía que pasar. Después de leer de forma consecutiva tres novelas negras, tuve que detenerme. Así que cambié de género y me fui de lleno con el romance y uno de mis autores preferidos.
El primer libro de Nicholas Sparks que leí fue Mensaje en una botella y recuerdo que me sonaba muchísimo a una película de Kevin Costner, hasta que entendí que se trataba de una adaptación. Sepan entender, nunca fui muy avispada. Recuerdo que ese libro en particular no me gustó mucho, pero que por vueltas de la vida terminé leyendo Fantasmas del pasado y que si bien me gustó, no llegó a encandilarme. Probablemente no fueron los libros los que me deslumbraron sino las películas. Mea culpa por eso. Pecado lector. Por supuesto, como otras millones de personas vi The notbook y luego, en la librería, al reconocer que la película estaba basada en un libro, compré otro libro del autor. Miento si les digo qué libro fue ese, honestamente no lo recuerdo, pero lo cierto es que desde entonces no me puedo resistir a Nicholas Sparks.
Lo que más me gusta de este autor es que construye romances creíbles, reales y muy sinceros, pero también complejos. No vas a encontrar en sus libros romances de un flechazo y ciertamente tampoco vas a encontrar ningún tipo de dominación de un personaje por sobre el otro y no sé para ustedes, pero para mí eso es muy importante. Lo he dicho antes: estoy cansada de los libros que nos venden historias de amor extraordinarias que no dejan de ser historias de abuso extraordinarias disfrazadas con un poco de amor tóxico. Como dije antes: Nicholas Sparks es un lugar seguro en ese sentido.
Tal como somos es una novela publicada en el 2016 y me merezco un punto porque estoy reseñando libros recientes. Ya les adelanto: a pesar de que me gustó, tengo ciertos reparos. Comencemos por el principio. Este libro combina una historia de amor, típica de los libros del autor, con un thriller, lo cual es un poco extraño en él. Sparks sólo se ha inmiscuido en los thriller en El guardián, lindo libro, y en Un lugar donde refugiarse, próximo en mi lista de lecturas, así que ese detalle ya me llamó la atención desde el prólogo, donde deja entrever que no será un libro cualquiera.
En cuanto a la historia de amor… ¿Acaso ustedes no están hartos del chico malo? De alguna forma funcionará, porque de lo contrario no venderían tantos libros con esa temática. Sin embargo, nuestro chico malo se ha reformado. Colin tuvo un pasado de violencia bastante grave, que incluye ataques de ira, muchas peleas en bares, abogados y calabozos, pero se ha reformado. Ha dejado sus días malos atrás y ahora se dedica a trabajar, estudiar y entrenar muy duro como método para mantener la ira a raya.
María Sánchez por otro lado es la chica buena. ¿Acaso ustedes no están hartos de los polos opuestos? María no podría ser más diferente que Colin. Abogada, con una vida familiar muy rica, pero con una vida social más bien escasa nuestra protagonista está transitando la vida, no viviéndola.
A partir de un problema con el auto en medio de la ruta, se conocen. Por supuesto, a ella se le rompió una llanta y él la auxilia. Espero que puedan imaginarse que estoy rodando los ojos. Una de las cosas que me molestó de este libro es el síndrome de damisela en apuros. Estoy segura, y Colin también lo está, de que si María no fuese una mujer él no hubiese parado a ayudarla. Lo cual, debo confesar, me molesta. Lo podemos ver como amabilidad, es verdad, pero ustedes y yo sabemos que allí se esconden otras cuestiones.
Aquí le debo dar un punto a Nicholas por las primeras conversaciones. Como mencioné antes, no hay ningún flechazo inmediato. De hecho, la primera vez que lo ve María está aterrada. Colin venía de una pelea de artes marciales mixtas y tenía la cara destrozada y si a eso le agregan oscuridad, carretera solitaria y lluvia torrencial, María tenía unos instintos de hierro. Pero nada pasó, Colin no abusó de ella ni mucho menos, pero me gustó mucho que el primer encuentro no fuese algo edulcorado.
En su segundo encuentro, Colin le suelta todo su pasado. Así, de la nada, gratuitamente. Nuestro ex chico malo tiene una política de total sinceridad que deja descolocada a María. Y dado que el pasado del hombre es bastante complejo, María siente un poco de miedo, lo cual me pareció real y honesto de su parte.
Pero a partir de que concretan la relación… no sucede mucho más. ¿Por qué? Porque la relación y el romance son total y absolutamente eclipsados por el thriller. La trama secundaria, o también podríamos decirle subtrama, es lo que hace interesante el libro porque, como dije, el romance no tiene nada extraordinario.
No me gustaría arruinar esta parte del libro porque es la mejor, pero déjenme decirles que también tengo ciertos reparos. En el prólogo, como mencioné, se entrevé la aparición de un personaje misterioso con actitudes poco saludables y con el objetivo puesto en el primer encuentro entre los personajes y su relación, se pierde ese personaje misterioso de vista. Sin embargo, de a poco, a modo de cuentagotas, Sparks lo introduce y la forma en que lo hace es magnífica.
Básicamente, María arrastra un fantasma del pasado. ¿Notaron el juego de palabras? ¿Cómo incluí el nombre de otro libro de Sparks? Despegada. Este fantasma comienza a acosarla y de inmediato, ya con la relación consolidada, Colin encarna una típica actitud de caballero de brillante armadura y fiel salvador. ¿Por qué? ¿Por qué me hacen eso? Debo confesarlo, eso me fastidió muchísimo. Aun cuando fueron a la policía, es Colin quien termina averiguando cosas, metiéndose en líos por María, averiguando quién estaba atrás y salvándole las papas del fuego. ¿En serio? ¿Acaso la policía no podía hacerse cargo? ¿Acaso una mujer no puede hacerse cargo de sus propios problemas? ¿Siempre debe haber un hombre para protegerla del señor malo? ¿En serio? Basta. Solo basta.
Aunque, como deberán notar, esa parte me molestó mucho, el thriller es bueno y tiene un giro bastante inesperado en el final, como previsible. Aunque sé que he sido contradictoria, no me gustaría entrar en detalles. Léanlo y luego pasen a comentar si están de acuerdo conmigo o no. Apuesto que notarán a qué me refiero.
Antes de terminar, y sin ánimo de sacar a relucir mi veta más paranoica, Sparks nos da un mensaje claro pero solapado. El acoso que sufre la protagonista se alimenta en base a la información que su hermana deja caer en internet. Twitter, Facebook, Instagram… el acosador sabía muchas cosas porque la información estaba allí en la red, al alcance de todos. Quiero creer que ese punto fue intencional y que el autor quiere criticar un poco la tendencia general de depositar tanta información en internet. Sin embargo, aunque he leído varios de sus libros no sé qué tan crítico sea este señor, así que no podría decirlo con certeza. Aun así me gustó mucho esa parte porque satisfizo a mi parte paranoica.
Esa una novela fresca, ligera, que no puedes soltar, que te tiene en vilo hasta descubrir quién es el acosador. El ritmo es bueno, la redacción es muy amigable y los personajes son fuertes. Sin embargo, no creo que sea el mejor libro del autor. En nombre del amor o Lo mejor de mi creo que son superiores y sí, las elijo sólo porque no leí The nootbook o Dear John. Primer punto, no sé por qué escribí el nombre de las dos últimas novelas en inglés y las otras en español. Y punto número dos, honestamente no me dan ganas de leer esos libros porque ya he visto las películas y… no lo sé, no me dan ganas. Siento lo desvariada que ha quedado esta reseña, pero lo importante es que le doy cuatro estrellas de cinco a este libro.