El boom de los superhéroes

Ejercicio de imaginación. Alguien aficionado a los comics le cuenta a Hermione su pasión, ¿acaso imaginan su cara? Desde luego yo me la imagino rodando los ojos y pensando algo semejante a lo que pensaba cuando escuchaba hablar a Luna sobre sus animales extraños. Así que ciertamente estas palabras no le gustarían a nuestra sabelotodo, pero creo que ha llegado un punto en que es inevitable hablarlo. Hoy hablaremos del boom de los superhéroes.

Primero que nada, y siendo bastante clara con esto, no son ninguna experta en el tema. Me gustaría aclarar eso antes de empezar. He leído unos cuantos comics y he visto todas las películas de superhéroes que han aparecido, pero eso es todo. No soy una experta al respecto y, por tanto, es probable que esta entrada tenga errores. Ahora bien, esto de los superhéroes no es algo nuevo. El comic tiene sus raíces a principios del siglo XX y algunos, incluso, pueden llevarlo hasta fines del siglo XIX. Los superhéroes no son nada nuevo. DC Comics fue creada en 1937 y Marvel en 1939. Pero incluso antes de la aparición de las dos grandes compañías el comic tenía sus aficionados. De nuevo, el comic no es propio del siglo XXI.

Mis padres recuerdan a He-Man y desde luego recuerdo los dibujitos animados de Spiderman y de X-men. Mi generación, es decir aquellos que hemos nacido en la década de los 90, hemos crecido viendo las aventuras de esos seres extraordinarios y ¡nos encantaban! Aun cuando en aquella época no leía los comics, como sí lo hacían otras personas de mi edad, los dibujitos me encantaban. Pueden imaginarse mi emoción al notar que aquellos personajes que me habían entretenido en las tardes de mi infancia saltaron a la pantalla.

Sin embargo, es imposible notar que nos encontramos dentro del boom audiovisual de los superhéroes. Ustedes saben de qué hablo. Vamos al cine y hay un tráiler de la película ciento veinticinco de Batman, la cara de Capitán América está por todo el supermercado desde mochilas, lancheras, cartucheras y cuadernos. Los superhéroes y su género nos están invadiendo.

Este boom, por descontado, forma parte de un proceso que se comienza a gestar en el año 2000, cuando se estrenó X-men y dos años más tarde Spiderman, la primera película de la trilogía de Tobey McGuire. Sin embargo, el gran despegue del género llegó en el 2008 con la primera película de Iron Man con Robert Downey Jr a la cabeza. Marvel, la compañía que tiene los derechos de Iron Man, hizo una apuesta muy grande por ese entonces y déjenme adelantarles que ha ganado mucho con ella: incluir en un mismo universo, tal como en los comics sucede, a varios superhéroes. Sí, podríamos decir que culpamos a Marvel de este boom. Si son fans del género saben que DC quedó en la línea de salida mientras Marvel recorrió varios kilómetros en pocos minutos, sin embargo, no sé si notando el negocio o qué, DC ahora también se puso a correr. Vamos a ver qué pasa con eso.

En lo personal me gusta mucho analizar algunas cuestiones sobre lo que hay detrás del superhéroe, desde su composición familiar, las relaciones que entabla, los enemigos que tiene. La simbología de todo lo que allí aparece me parece de lo más interesante y, si lo desean, más adelante podemos hacer una entrada al respecto. Sin embargo, hoy estamos aquí para hablar de la parte cinematográfica. Para empezar, para todos aquellos que no han visto el Universo Cinematográfico de Marvel, Marthis del blog El Diario del Friki ha hecho una muy buena recopilación. Como dije, DC está muy lejos de llegar al nivel de Marvel, en todos los sentidos, y apenas tiene tres o cuatros películas en su haber.

Lo que tendríamos que preguntarnos es por qué hay un boom de los superhéroes. ¿Por qué sólo en el 2017 saldrán 10 películas de superhéroes? ¿Por qué estamos haciendo teorías respecto a cómo revive Superman en The Justice Ligue? ¿Por qué estamos haciendo teorías respecto a quién muere en Infinity war? ¡Porque nos gustan los superhéroes! ¿Pero qué es lo que explica este boom?

Para empezar, parece obvio que las películas han tenido un despegue considerable porque la tecnología se los permite. Recuerden la serie de Batman con Adam West y aquellos efectos especiales tan grotescos. La evolución tecnológica que se viene dando desde las últimas décadas del siglo anterior le permite al cine crean a Iron Man y hacerlo volar, al igual que le permite a Ant-man empequeñecer al tamaño de una hormiga. The green screen y el CGI le dan vida a este universo y les permite a los personajes pasar a la pantalla grande sin perder la espectacularidad de los comics.

Tal vez esta segunda razón es bastante absurda, pero creo que en el mundo de inseguridad en el que vivimos, necesitamos creer en los superhéroes. Algunos incluso creen que hay una necesidad psicológica en ello a propósito de «la era del terror» en la que vivimos. Me refiero con esto a los atentados terroristas de los últimos tiempos y que por esto, hay una necesidad de contar con personas que resuelvan los problemas, aunque no sean reales. Recuerden por favor la invasión de los chiaturi en The Avengers. ¿Acaso eso no es una analogía del mundo en el que vivimos? Recordemos, también, que no sería la primera vez que esto sucede. Los primeros comics de Capitán América surgen para alentar y fortalecer el espíritu nacionalista de los soldados estadounidenses que estaban en el frente de batalla durante la Segunda Guerra Mundial.

Las franquicias son también una buena razón. Las películas por sí solas son buenas, pero al juntarlas todas en un mismo universo, conformando una unidad, es algo que nunca se había visto en el cine y que, de alguna manera, genera muy buenos resultados con el público. La idea de la interconexión, además, es muy propia del mundo en el que vivimos en el que todo está conectado con todo. Creo que, de alguna manera, nos sentidos identificados con esa conexión.

Me parece también, y aquí me estoy aventurando bastante, que esa conexión que se genera con el público es producto únicamente de los personajes de Marvel. Me parece, de hecho, que no es una casualidad que haya sido Marvel quien llevó la delantera en este asunto. Los personajes de Marvel son complejos, son trágicos y tiene una vida difícil y creo que, por eso, es muy fácil identificarnos con ellos. Todos tenemos problemas y logramos identificarnos también con los problemas de los superhéroes. Esto podría explicar, a su vez, por qué Superman y Batman son personajes que no han gustado mucho al público, porque son bastante chatos y lineales.

Ahora bien, en este mundo audiovisual hay muchas cosas pasando a la vez. Tenemos las películas pero tenemos también series y cada una de estos dos formatos tiene sus propias características. Marvel tiene una calidad sobresaliente en las películas en cuanto a sus personajes, a las historias que logran entramar, a los villanos, al humor. En cuanto a las películas, Marvel se lleva el galardón. En cuanto a las series, bueno… hay variedad en la viña del Señor. Vamos a ver… en cuando a la serie de dibujitos, bueno, DC se lleva el galardón. Hagamos memoria: Superman, Batman, veíamos esos dibujitos y nos encantaban, a pesar de que recuerdo con más cariño a los de Marvel. Sin embargo, en cuanto a las series que involucran personas, ustedes deben disculparme, pero el binomio Marvel/Netflix es quien se lleva todos los premios. Las dos temporadas de Dardevil y la de Jessica Jones son simplemente maravillas de la pantalla chica. Las series de DC son entretenidas, sí, pero más bien lineales, sin muchas sorpresas y como son pensadas por The CW, una productora más bien juvenil, las tramas y el tono que se les da son bastante pobres. Y no podemosevitar mencionar que hay una serie dedicada al Batman verde. Arrow es un fracaso por donde se la mire a pesar de que me gusta mucho Stephen Amell.

Pero seamos honestos, y volvamos un momento a las películas, no son ninguna maravilla en cuanto a la historia que cuentan. A ver, la forma en que logran entrelazarlas es bastante destacable, pero las películas por sí solas son sencillas. La trama es sencilla y, en algunos casos, predecible. Desde que empieza la película sabemos que el superhéroe va a ganar. Recordemos que, en un principio, fue un género pensado para los niños y tal vez por eso la historia es simple, sin embargo, aparecen películas que se destacan y mucho. Ustedes saben de lo que hablo: Batman, el caballero de la noche y Civil War. Juro que cuando escribí eso hubo un coro de ángeles entonando una nota aguda. El caballero de la noche nos dejó a todos con la boca abierta, impresionados por la actuación de los personajes y la trama oscura. Dios bendiga eternamente a Heath Ledger.

Pero luego aparece una película como Deadpool que llega para patear el tablero y a todos nos enloquece. ¿Tiene una trama sencilla? Sí, la tiene, pero aun así nos encanta porque Wade Wilson es un personaje único que nunca hemos visto en la pantalla grande, porque rompe la cuarta pared, porque ostenta un humor único y porque no tiene ningún problema en desparramar sangre por doquier. Deadpool es diferente dentro del género y por eso también se lleva un galardón.

Más allá de los superhéroes, sin embargo, lo que sí ha venido para quedarse, y esto es indudable, es el concepto de universo cinematográfico. Y ya está pasando: desde Harry Potter hasta el de monstruos de Universal.

Para cerrar esta entrada, hay que señalar también que hay algunos entendidos que mencionan que esta burbuja en la que los superhéroes están sumergidos, pronto o temprano, va a explotar y esta racha en la que vivimos terminará. Algunos decían que sería este año, lo cual todavía no parecer haber sucedido, y otros hablan del año que viene.  ¿Cuál es el motivo de la supuesta explosión de esta burbuja? La sobreproducción, la saturación del mercado y el paso de moda. Son muchos los directores que opinan lo mismo, desde Spielberg hasta Alejandro González Iñárritu o George Lucas. Algunos de ellos muestran su preocupación por la excesiva confianza que los estudios depositan en estas películas y la obvia implosión de la burbuja.

En lo personal, en cuanto a los directores, creo que los estudios coartan su libertad. Con esto quiero decir que, aunque cada director pueda ponerle su sello personal a la película, la maquinaria que los rodea es mucho más grande que ellos y los obliga a tomar determinadas opciones que deben aparecer sí o sí en el género. The Avengers es igual de genial con Whedon que con los hermanos Russo. Los directores ya no importan y creo que los multipremiados como Spielberg y compañía reniegan un poco de eso.

Ya veremos si la burbuja explota o no, pero lo cierto es que en definitiva, y ahora sí que cerrando esta entrada, creo que la maravilla de este género es la variedad. Es la variedad lo que genera la atracción. Sí, todos tienen superpoderes pero no todas las películas son iguales. No hay nada de igual entre El hombre de Acero y Deadpool. Tomando los superpoderes como premisa se puede crear una comedia como es Guardianes de la Galaxia, un thriller como es The Winter Soldier. Y todos sabemos que la gracia está en la variedad. ¡Larga vida a los superhéroes! ¡Y a Chris Evans!

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