Jay Asher y Carolyn Mackler – Tú y yo aquí, ahora

Hace una década Jay Asher escribió Por trece razones y a propósito de la serie de Netflix, su libro se reeditó y hubo un gran revuelo en torno a su nombre. Así que, decidida a leerlo, fue que me topé con este libro. Su opera prima no estaba y terminé por descargar este. Sí, condénenme, leo libros en PDF.

Tú y yo aquí, ahora fue publicado en idioma original en el 2011, pero lo peculiar de este libro es que no hay un solo autor, sino dos. No se trata solo de Jay Asher, sino que aparece también Carolyn Mackler y creo que es la primera vez que leo un libro con más de un autor, así que esa es una novedad para mí.

El libro nos cuenta la historia de Emma y Josh, dos amigos que se separaron abruptamente luego que él comenzara a tener sentimientos por Emma. Ante el avance de Josh, quien procuró besarla en una ocasión, ella lo rechazó puesto que solo lo ve como un amigo, como ese chico que siempre estuvo a su lado desde pequeños y que, encima de todo, es su vecino. Sin embargo, la situación cambia por completo cuando, seis meses después, Josh le regala un CD con acceso a internet y a partir de entonces sus vidas cambian.

Antes de seguir, sería justo aclarar que esta historia se desarrolla en la década de los 90 y no puedo negar que eso me causó un poco de nostalgia. Los discman, el curioso ruido que hacía la computadora cuando conectaba a internet a través de la línea fija del teléfono, los gritos de la familia que pedían que nos desconectáramos para poder usar el teléfono, y el maravilloso protector de pantalla de ladrillos o caños de colores de Windows. En ese sentido, los autores saben cómo revivir una época y ese detalle lo aprecié particularmente.

Los problemas empiezan cuando Emma, a quien le llevó hora y media instalar el CD (¡qué épocas!), se topa con algo bastante curioso: Facebook. Entra a esa página web con su mail y de pronto, se encuentra con el perfil de una treintañera que se llama como ella, que iba al mismo colegio que ella y que, y esto es lo que más gracia me da, escribe su vida en esa página como si fuese un diario íntimo. Su primer instinto es llamar a Josh, ya que él le dio el CD y recriminarle por la broma que le hizo.

De a poco, sin embargo, los dos comienzan a entender que no se trata de ninguna broma, sino que ese CD, de alguna forma que desconocen, los conectó quince años en el futuro. A partir de allí, comienzan a desmenuzar el perfil de Emma y terminan dándose cuenta que se convierte en una mujer infeliz y la joven Emma, le achaca esa infelicidad a su marido. Por ese motivo, decide que debe, en el futuro, casarse con otro. Al menos durante dos veces, si no son más, Emma cambia algo drástico de su futuro al hacer algún movimiento en su presente. No quiero contarles qué para no spoilear.

Lo cierto es que Josh también tiene un perfil en esa página y, para asombro de los dos, allí aparece que se casará con la chica más popular del colegio, lo que no tiene pies ni cabeza para ninguno de los dos, pero nadie puede sacarle la sonrisa de la cara al muchacho. Por supuesto, al tener esa información, Josh comienza a hablar en clase con la dichosa chica e incluso tienen una cita. Aunque él está emocionado, Emma, por el contrario, comienza a tener celos. Sí, ustedes saben hacia dónde va todo esto.

Hablemos un poco de los personajes. Emma me molestaba un poco, sobre todo al principio, porque era un poco histérica y siempre estaba alejándose de las personas o teniendo relaciones sentimentales sin involucrarse emocionalmente. Sin embargo, a lo largo del libro, su evolución es significativa. Si al principio se concentra en su futuro, buscando esa felicidad que le llegará en quince años, y deja de lado el presente, para cuando acaba el libro deja de lado el futuro, para concentrarse en el presente y ese es un cambio agradable de ver.

Josh es, fundamentalmente, un buen chico. Se dedica a patinar con su amigo y a tratar de olvidar a Emma. Al principio él me caía mejor, pero luego de Facebook y su futuro brillante, comenzó a molestarme su actitud. Ante la futura infelicidad de Emma, Josh se regocija de su espléndido futuro y, como les dije, comienza a trabajar en él de inmediato para que llegue cuanto antes. Para ser honesta, no veo tanto crecimiento en él como lo veo en Emma, pero sí debo destacar que la decisión final que toma es digna de un aplauso. Es importante comentar, además, que conocemos al personaje directamente porque cada capítulo intercambia el narrador, así que logramos conocerlos a los dos en profundidad.

A ver, no está para ganar un Nobel de literatura ni mucho menos y, de hecho, tampoco es que me haya gustado tanto, pero rescato el mensaje. A veces posponemos cosas, a veces pensamos en hacer un viaje, a veces pensamos en comprar un auto o una casa. Sí, pero después de recibirme, después de que empiece a trabajar, después de tal cosa o tal otra. A veces pateamos para adelante y postergamos nuestra propia vida y este libro nos enseña que no es así como deberíamos vivir, nos enseña que deberíamos vivir el hoy y ser felices hoy, que en definitiva, es lo único que tenemos. Sí, muy hipermoderno todo, como pueden imaginar.

Además, para aquellos adolescentes o jóvenes que lo lean, me parece interesante que conozcan un mundo nuevo, un mundo donde no había Facebook, donde la gente realmente se juntaba a conversar mirándose a la cara, donde tenían que instalar un CD y esperar hora y media. Pienso mucho en mis estudiantes. Algunos de ellos, a pesar del esfuerzo que hace uno, creen que el mundo siempre fue así, que siempre hubo internet, Facebook, drones y demás, porque nacieron con ellos y están acostumbrados, pero este libro les enseña que hubo un antes en donde eso no existía.

Por último, me parece realmente destacable el desconcierto ante algunas cosas que ven en Facebook e, incluso, me causó gracia. Ninguno de los dos entienden por qué publican detalles íntimos de su vida, como un corte de pelo o qué es lo que cocinarán para la cena. Eso a lo que estamos tan acostumbrados nosotros, y que nunca me gustó demasiado, parece ellos es incomprensible, sin pies ni cabeza y no puedo negar que me reía bastante por su desconcierto.

A parte de ese mensaje, el libro no me maravilló. Si bien es ágil, fluido de leer y con una premisa interesante, lo que más rescato es el mensaje y ya está, no me parece una genialidad, aunque sí tiene diálogos brillantes que les dejaré a continuación. Así que le doy tres estrellas de cinco.

 

-Es increíble que alguien se ponga a escribir estas cosas.

-No es ella -aclaro-, sino yo.

-¿Por qué iba a contar esta clase de historias en internet? ¡Es de locos!

-Exacto -digo-. Dentro de quince años seré una enferma mental, y por eso mi marido no querrá estar conmigo.

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