Las relaciones tóxicas y la literatura

Hasta las narices de esta basura. En serio, basta.

Esta entrada surge, básica y únicamente, desde el enojo. Estoy harta, señores, harta. Todo empezó cuando me enteré que estaban comenzando a producir y elegir actores para llevar a la pantalla grande After. Ya de por sí como libro me parecía que After era terrible, pero que lo lleven al cine, donde la historia de abuso se masificará, me parece tremendamente peligroso, sobre todo porque está dirigido a un público joven y vulnerable.

Vamos a empezar desde el principio. De un tiempo a esta parte, aunque por fortuna creo que ahora los autores y autoras están tomando consciencia de lo que hacen y agradecemos al feminismo por ello, se puso de moda escribir relaciones tóxicas en la literatura juvenil. Tal vez deberíamos preguntarnos qué es una relación tóxica. No sé qué es para ustedes, pero para mí es toda relación, que puede ser de pareja o de amistad, en donde hay un desequilibrio de poderes, hay control, no hay respeto mutuo, uno de los integrantes no se siente cómodo en la relación porque cree que es inferior, defectuoso, inútil, sufren de dependencia emocional, hay celos enfermizos y no hay un diálogo adulto de por medio.

Voy a ser clara con esto: no me molesta que se escriba sobre relaciones tóxicas, porque existen y eso es una realidad. Repito, no me parece mal que se escriba al respecto, porque ese tipo de relaciones machistas, misóginas y violentas realmente existen. De hecho, yo estoy escribiendo una novela donde hay una relación tóxica, violencia de género y mucho sufrimiento y lo estoy haciendo con esa intención. Ahí está la clave. Busco concientizar, busco hacer reflexionar al lector, movilizar, conmover. Mi problema es que las relaciones tóxicas se romantizan y nos las vendan como magníficas historias de amor trágico y doloroso. De hecho, tengo un problema gordo con que se venda una relación de ese tipo como una historia de amor normal entre adolescentes, porque precisamente no tiene nada de normal.

La primera relación de ese tipo que leí fue la de Bella y Edward en Crepúsculo. Recuerdo que tenía dieciséis años en ese entonces y aunque nunca me gustó Edward porque se me hacía demasiado pusilánime y Jacob me parecía una opción mejor y más calentita, tenía amigas que fantaseaban con tener un novio como Edward. Un novio como Edward que, si me permiten recordar, controlaba a Bella de todas las formas posibles, le quitaba autonomía, la protegía desmesuradamente y por si no fuera demasiado malo, la miraba dormir, que se me hace muy creepy. ¿De verdad querés tener un novio así? No, no querés, pero como tenés dieciséis años, no sabes nada de la vida y el libro que estás leyendo tiene una prosa lo suficientemente entreverada como para hacerte creer que una relación de ese tipo es romántica y están destinados a ser felices por siempre, crees que así es como debe funcionar una relación.

A partir de Crepúsculo, comencé a ver que el patrón se repetía en varias novelas. Y sí, sé que ya han leído al respecto, pero no puedo evitar mencionar Cincuenta sombras de Grey que además, desde el vamos estaba destinado a ser destructivo porque precisamente está basado en Crepúsculo, por lo que era inevitable repetir la historia. Aunque en su momento la polémica del libro pasaba por el sexo explícito y el supuesto sadomasoquismo y demás, en lo personal el sexo no fue un problema para mí porque siempre fue consensuado. En todas las ocasiones Anastasia quería mantener ese tipo de relaciones con él.

Mi problema es todo lo otro. Mi problema es que le diga cómo tiene que depilarse, cuándo tiene que hacer ejercicio y con quién, qué tiene que comer, qué tiene que vestir, dónde tiene que dormir, dónde tiene que trabajar, qué tipo de anticonceptivos debe usar, con quién sale, qué tipo de alcohol toma… Créenme que podría seguir. Madre de Dios, si eso no es control no sé qué es. Parece claro que en esa relación el que tiene el poder es Christian y Anastasia, perdida de amor y guiada por sus emociones, no puede racionalizar lo que sucede y darse cuenta del abuso, por lo que sigue adelante con él.

Experimento social. Imagínense que hay un hombre que las está rondando, que de pronto se aparece en sus trabajos, les manda regalos, sabe qué están estudiando, dónde viven, conoce tu historia familiar y sabe los datos de tu cuenta bancaria. ¿Acaso no estarían aterradas? Pues ese es Christian Grey. Ese hombre fue un éxito editorial.

Sin embargo, aunque Cincuenta sombras no me parece un buen libro y creo que tiene una cantidad de mensajes nocivos, está dirigido a un público adulto. Un público adulto que, de una forma u otra, podrá ver el control y el abuso. Sin embargo, After está enfocado a un público adolescente. Vamos a ver, leí la historia cuando todavía estaba en Wattpad y era un fanfiction de One direction y aunque me gustó, no voy a negar que había escenas en las que me sentía incómoda, me generaban odio o ganas de sacudir a los personajes.

Conforme pasaba el tiempo, crecía, tenía otras lecturas y me adentraba en el feminismo tomé conciencia de que, en realidad, ese libro particularmente, mucho más que Cincuenta sombras de Grey, era nocivo, tóxico, misógino, machista y violento. Hardin, el nombre con el que se conoce al personaje original de Harry Styles, es un hombre violento y abusa repetidas veces de Tessa. Su relación es traumática, turbulenta, dolorosa, violenta y sí, está llena de sexo, pero que no les mientan, el buen sexo no borra los celos, los planteos, los gritos, los insultos, los portazos, la denigración.

After me parece un libro muy peligroso, porque más allá de que tiene escenas de sexo explícitas que creo que los adolescentes de determinada edad no deben leer, hay otras cosas mucho más peligrosas como la forma en la que normalizan todos los aspectos negativos de esa relación y el modo en que justifican todos los aspectos negativos de esa relación a través del amor.

Si te cela, no es amor. Si te dice qué vestir, qué comer, qué pensar, no es amor. Si te insulta, no es amor. Si te hace sentir mal, no es amor. Los adolescentes merecen conocer relaciones sanas, amorosas, llenas de respeto, confianza, admiración por el otro y no son valores que se vean en estos libros. Realmente peligroso.

Tengo veinticinco años y si leo ahora un libro de este tipo, el control, el abuso y el acoso tienen luces de neón y parpadean. Entre líneas o no, lo puedo ver con claridad, pero un adolescente de dieciséis no y ahí está el peligro, porque tras leer diez libros de esos comienzan a normalizar la situación y querer emularla.

Vamos a ver, que todos los libros mencionados tengan un final feliz no significa que en la vida real lo tenga. Ustedes y yo sabemos cómo termina una relación de ese tipo. En lo que va del año 2018 hubo treinta mujeres asesinadas por violencia machista y patriarcal. Así es como normalmente terminan y de ninguna manera queremos que nuestros adolescentes pasen a engrosar la lista porque creyeron que eso que habían leído era amor.

Pensemos un segundo, por favor, porque cualquiera con dos dedos de frente podría ver que hay un patrón, ¿no? ¿Acaso no es siempre la mujer la violentada, abusada, maltratada en la relación? ¿Bella, Anastasia, Tessa? ¿Y acaso no es siempre el hombre, poderoso, normalmente rico, apuesto y con influencias el que domina, maltrata, abusa, insulta? Habría que estar ciego para no ver un patrón allí. ¿Saben cómo se llama? Patriarcado y violencia machista.

Ni Edward ni Christian ni Hardin es el hombre al que debemos aspirar porque desde luego no es el hombre ideal con el que soñamos. Cualquiera de los tres personajes son maltratadores de manual y su romantización no debería promocionarse con tanta liviandad. Y siento si cae mal, pero no puedo evitar pensar que las editoriales tienen una cuota grande de responsabilidad y que hacen la vista gorda en estos casos, publicando novelas con mensajes terribles solo porque Papá Dinero es quien manda. No voy a negar que me asquea un poco.

Mi intención no era que esta entrada se convirtiera en una moralina ni una charla sobre feminismo, sino reflexionar entre todos acerca de los aspectos mencionados e invitarlos a leer con ojo crítico este tipo de novelas y hacer oír la disconformidad que nos atraviesa. Creo que con el nivel de violencia patriarcal con el que estamos viviendo, no es tiempo de callar nada.

11 comentarios sobre “Las relaciones tóxicas y la literatura

  1. Estoy absolutamente de acuerdo contigo. Fue porque percibí demasiadas sagas juveniles con relaciones románticas tóxicas que me decidí a escribir Elemental más romántica (dentro del género que es fantasía épica). La idea era escribir (al igual que tú) relaciones adolescentes con fallos pero una trama que las evolucionara a algo más adulto y saludable.

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    1. Me alegra que te haya gustado la entrada. Creo que los adolescentes merecen que se hable de relaciones tóxicas, sí, pero para que reflexionen al respecto y tomen consciente y puedan, como vos decis, evolucionar y aspirar a relaciones más saludables.
      ¡Saludos!

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  2. Esta moda de amores tóxicos en literatura juvenil nació con Crepúsculo, yo también era adolescente cuando se pusieron de moda los libros pero para ese entonces ya leía las Crónicas Vampíricas de Anne Rice y la saga de Stephenie Meyer parecía un fanfic mal escrito en comparación por lo que nunca me engancho, esto sumado a que las historias románticas nunca fueron lo mio me mantuvo completamente ajena a esa clase de influencia. Lo que sí recuerdo de cuando intente leer el primer libro, que además me quedo grabado a fuego, es que a Bella le gustaba Cumbres Borrascosas. Novela que leí este año y me encanto entre otras cosas porque muestra una relación tóxica sin tapujos con todo y sus consecuencias hasta el final, es gracioso o trágico (depende de como lo mires) pensar que una escritora del siglo XIX condenaba las relaciones tóxicas mientras que una escritora del siglo XXI las vuelve algo deseable…
    ¡Saludos!

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  3. Hola Agus. Muchas gracias por esta nota, al igual que vos empecé a leer este tipo de relaciones toxicas a los 16-17 años y al principio no ponía mucho pensamiento en ello. Con el correr de los años, por suerte, fui creciendo mental y sentimentalmente y me empecé a dar cuenta de las cosas que leía. El género romántico juvenil caía siempre en la misma historia, claramente porque vendía pero ¿nadie estaba pensando en los lectores? Otro libro que recuerdo es así es Maravilloso Desastre, cuando lo leí no podía creer lo que le hacía Travis a Abby. Después seguí leyendo otros libros de la autora y no tenían la misma violencia ni machismo, pero nunca fueron tan famosos como el primero. En definitiva me parece que esta bueno que se hable, para prevenir y para que poco a poco (como todo) se vaya cambiando la manera de escribir las relaciones para los adolescentes. ¡Besotes!

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  4. Tengo 16 y desde los 14 me vengo cruzando con estas historias y LAS EVITO porque tengo pensamiento critico y no por tener 16 soy una persona vulnerable.
    Si estan pasando estas cosas no es por que seamos un publico ingenuo y estupido es porque desde temprano nos mostraron eso. A los 10 vi la saga Crepusculo y yo era TeamEdward, no fue hasta mucho tiempo despues que (en esto estoy de acuerdo con vos) gracias al feminismo en me di cuenta de lo que el representaba.
    Con esto no pretendo discutir ni desacreditarte solo cuento lo que paso en mi caso, como mi hay varias personas que fueron manipuladas y no solo desde una relacion amorosa, tambien desde la amistad de dos BFF. Te pido que si vas a hablar de una relacion toxica abarques todas las perspectivas, y no solo la de que somos un publico facil para estos exitos. Estas cosas se estan viralizando y por gente como vos que habla desde el enojo se estan dismintiendo.

    (Me siento una insoportable arruinandote la entrada con este comentario pero creo que generalizaste, perdon si me equivoco y te critique sin razon. Te felicito por tu novela y espero que haya mas gente como vos hablando de estas cosas.)

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  5. Hola, me encantó tu post, y déjame decirte que opino igual que tú, yo creo que si alguien quiere leer el libro de After, que lo lea, pero que lo haga de forma crítica, y que se dé cuenta de que el mensaje que la autora da con ese libro es totalmente erróneo, a mi parecer, After es una versión soft porno de Cincuenta Sombras de Grey. Además, personalmente, opino que por ese tipo de libros hay quienes critican de mala manera a la literatura juvenil, y creo que, lo que ellos llaman un libro basura, a mi parecer, es un libro como After, que trata de hacer creer a la gente que una relación tóxica (que además continúa en toda la saga) está perfectamente bien.
    Saludos!!!

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  6. Me pareció interesante este post por la reflexión sobre la presencia de las relaciones tóxicas en la literatura en general y en la literatura juvenil concretamente.
    Ahora mismo estoy desarrollando un nuevo proyecto dedicado a las relaciones de pareja cuya meta es precisamente enseñar, educar a las personas a formar parejas sanas y, como consecuencia, tener relaciones basadas en el amor y respeto mutuo: https://lenguajesdelamor.com/
    Estaré encantado si algunos de los materiales publicados hasta la fecha sirvan de cierta ayuda.
    Es posible construir relaciones sanas siempre y cuando uno se lo proponga o quiera mejorar en este sentido.
    También me parece interesante que los escritores tengan consciencia de este problema, de la realidad e interés comercial que está detrás de vender lo tóxico porque, parece ser, tiene la venta asegurada.
    Es triste ver cómo la prensa impresa y digital se centra en lo negativo, en la chamusquina, cadáveres, violencia y asesinatos, catástrofes y desgracias.
    Entiendo que esto vende y, a fin de cuentas, son empresas con sus objetivos económicos y por eso eligen, lamentablemente, esta vía tan nefasta.
    No existe la prensa, digamos, positivista en el buen sentido de la palabra: todos los días ocurren cosas edificantes, interesantes, un montón de personas hacen auténticas maravillas, ayudan a otros, crean algo positivo, etc. y sin embargo esto nunca saldrá en los periódicos ni en la televisión. ¿Porque no vende?
    Curiosamente el hecho de publicar las desgracias y tragedias no ayuda para nada a erradicarlas.
    La autora de este post dice: “De hecho, yo estoy escribiendo una novela donde hay una relación tóxica, violencia de género y mucho sufrimiento y lo estoy haciendo con esa intención. Ahí está la clave. Busco concientizar, busco hacer reflexionar al lector, movilizar, conmover.”
    A raíz de esto tengo las siguientes preguntasº:
    ¿Por qué no utilizar la capacidad creativa que tiene la autora para promover, mostrar que es posible (porque es posible) una relación sana?
    ¿No sería más útil concientizar, hacer reflexionar al lector, movilizar y conmover al lector con modelos edificantes de relaciones de pareja?
    ¿Un@ tiene que ser más escritor/a para escribir este tipo de novelas?
    ¿Los lectores no están interesados en leer este tipo de novelas?
    Una relación sana no es algo aburrido sino todo lo contrario: el rango de posibles vivencias crece exponencialmente comparando con una relación tóxica que se reduce a un control enfermizo e intentos patológicos de retener el poder.
    Una relación sana tiene muchos retos porque implica el crecimiento y maduración sentimental de los miembros de la pareja en el marco de unas relaciones desde el amor y respeto.
    Una relación sana afronta, como cualquier otra relación, situaciones complejas y, precisamente debido a la naturaleza sana de esta relación, es capaz de resolverlas sin perder el amor y respeto.
    ¿Acaso no sería interesante describir una relación así?
    Estoy escribiendo estas líneas y me doy cuenta de que, probablemente, además de ser escritor/a un@ ha de tener la necesaria madurez sentimental y experiencia vital para poder crear una obra de estas características.
    Es posible que una novela así no tenga venta o tal vez sí. Creo que es todo un reto: en lugar de reproducir por enésima vez las ruinas relacionales proporcionar los modelos edificantes.
    Faltan modelos positivos, abundan modelos negativos. Me parece extraño describir atrocidades con el intento de prevenir las atrocidades.
    Estamos hablando de la influencia negativa en los jóvenes de la literatura que ofrece modelos de relaciones patológicas y no hacemos otra cosa más que ofrecer otro modelo tóxico para concienciar de esta realidad.
    Bien ¿cuál es el siguiente paso? ¿Otra relación tóxica más acompañada del mensaje: no hagas esto, no lo hagas así? Y ¿cómo lo hago? – debería de preguntar el lector concienciado.
    ¿Dónde están los ejemplos, modelos, de relaciones edificantes?
    El único libro que conozco (seguramente existen muchos más) y que describe modelos relacionales sanos y una sociedad sentimentalmente madura es el de Wayne W. Dyer “Los regalos de Eykis”.
    Desde mi punto de vista, como una obra literaria, es algo pésimo y muy tosco. No obstante las ideas y propuestas son sumamente valiosas. Dyer, siendo psicólogo, plasmó sus ideas sobre una sociedad madura de una manera novelada.
    Y para finalizar ¿escribir novelas que describen relaciones de parejas sanas aumentará en número de estas parejas?
    No, ojalá todo fuera tan sencillo.
    Lo que sí hará es proporcionar una nueva, diferente visión de relaciones de pareja. No basta con leer algo constructivo e interesante, lo que es necesario, si uno quiere tener relaciones sanas, es hacer un trabajo interior de crecimiento, de maduración sentimental que lleva tiempo y exige una ayuda externa (al menos en los inicios).
    Ahora bien, si conozco un modelo edificante, es muy probable que esto me motive a realizarlo, a aprender lo necesario para poder usar este modelo en mis propias relaciones.
    Si conozco muchos modelos negativos, los de las relaciones tóxicas que abundan en la literatura, ya tengo unos modelos hechos y, ojo, fácilmente reproducibles: una relación tóxica no requiere ningún aprendizaje, no me pide que sea mejor como persona, etc.
    Un lector cualquiera, tal como está ahora mismo, sin hacer ningún esfuerzo extra, empieza una relación (se enamora, por ejemplo) que, debido a su inmadurez sentimental, con una facilidad pasmosa se convierte en poco tiempo en una tóxica, violenta, con falta de respeto y la ausencia total del amor.
    Sin embargo si uno se propone tener una relación sana, inevitablemente tendrá que esforzarse y adquirir el compromiso con el cambio personal, con su crecimiento.
    Tal vez sirva de ayuda, puedo proponer temas troncales para una novela:
    – amarse a sí mismo – es un camino y un arte – mucho material para escribir una novela porque cualquiera que se lo proponga (me refiero al arte de amarse a si mismo) tendrá que verse cara a cara con sus propias miserias (en mi blog hay un post sobre este tema: https://lenguajesdelamor.com/amarse-a-si-mismo/)
    – relaciones sanas – construir unas en un entorno que, de entrada, no es propicio para el surgimiento de este tipo de relaciones
    Aquí termino. Un abrazo a todos!

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  7. Sinceramente cuando escuche de After lo que podía ser rescatado de la obra era que el chico abusaba de la chica y esta le perdonaba como si nada, aun asi, lo leí (también me gusto Hardin, pero no el que te decia ( sera la ultima vez que Noah te llame ) no sino el chico que leía a Charlotte Bronte, Jane Austion, Hemingway, aquel que te llevaba la mochila en el campus, pero cuando empece a construir mi juicio critico de After vi aquellas cosas que hubiese preferido omitir, Hardin no es el tipo que quisiera, Nunca, Anna Todd me conquisto por su forma de escritura pero sin duda el mensaje es corroido.
    Por ultimo lo trascendental que saque, es que el cliché de chico malo-chica ingenua, es peor de lo que suele ser descrito, no me imagino mudarme de W.C a Seattle por escapar de alguien. Me quitó esas ideas infantiles de que el chico cambiaria rapidamente-, me convencio de que el fuck boy que la población adolescente femenina quiere no es real. Y si aunque amo After y esta en mis libros favoritos, no podría contradecir a quien dice que los personajes estan completamente locos.
    Desde ya imagino que nunca podría identificarme con Tessa ( cuando hemos visto a una persona beligerante.con el chico malo para luego ser altruista y lo que es peor ceder por amor, a pesar de que te celan como si te hubiesen comprado, te estorban tus sueños, si mijos recuerden lo de Seattle)

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