Dolores Umbridge, ¿fascista o profesora estricta?

Creo que universalmente podemos estar de acuerdo que Dolores Umbridge es mala, y cuando digo mala me refiero a intrínsecamente mala. Para muchos, incluso, es el personaje más odiado muy por encima de Voldemort. De cualquier forma, está claro que forma parte de los personajes malos de la saga, no hay grises con esta mujer y eso es, probablemente, lo que la hace tan detestable. Ahora bien, como todos los meses, es justo decir que tal vez la dicotomía elegida no es la mejor ni la que mejor refleja las complejidades del personaje, pero es la que se me ocurrió. Ya me dirán qué les parece.

Para ser honesta con ustedes, cuando decidí escribir esto me vi en un problema, porque de pronto descubrí que en realidad no sabía nada de esta mujer, salvo que le gustaban los gatitos, tiene un gusto desmedido por el color rosa y le gusta torturar a sus estudiantes. Así que voy avisando ya de antemano que esto puede estar plagado de ausencias y que, obligada a rellenarlas, tuve que recurrir a Pottermore. De esa lectura y de algunos pensamientos retorcidos sobre esta mujer, llega esta entrada, en donde trataré de desentrañar a esta señora y descubrir si es una fascista o una profesora estricta.

Empecemos por el principio. ¿Qué sabemos de Dolores Umbridge? Aquí fue donde tuve que tirar de la escritura paralela de JK. Dolores es la primogénita de Orford Umbdrige, trabajador del Departamento de Mantenimiento Mágico, y de una muggle llamada Ellen Cracknell. A diferencia de su hermano, que nació squib, Dolores recibió su magia y, según dicen, por influencia de su padre, la pequeña dolores despreciaba a su madre y su hermano, considerándolos inferiores por no poseer magia. Hasta aquí, una ricura. Y una fascista de primera. Al parecer, esa serena situación en el hogar provocó la separación de los señores Umbridge y el alejamiento permanente de su madre y su hermano, al que nunca volvió a ver. Desde entonces, Dolores fingió que era sangre pura. ¿Les hace acordar a alguien?

No hay mucho sobre su época en Hogwarts, pero sí sabemos que le fue excelente en los exámenes y que eso la catapultó al Ministerio de Magia, pero como una simple trabajadora en la Oficina del Uso Incorrecto de la Magia. Al decir de Joanne, Dolores era prejuiciosa y sádica, lo cual pudimos comprobar luego, pero fue suficientemente astuta y sigilosa para tomar el crédito por el trabajo de otras personas y pronto logró escalar posiciones. Antes de cumplir los treinta, la buena de Dolores ya era Jefa de Oficina. A partir de allí, persuadió a su padre para jubilarse de forma anticipada y renegar de él, el hombre que limpiaba los pisos del Departamento, cada vez que le preguntaban, alegando que su padre había sido un miembro distinguido del Wizengamot. Una mentirosa de primera.

Y al parecer también una mala persona desde el principio, porque solían sucederle cosas desagradables a aquellos que preguntaban por su padre, o cualquier cosa de la que no quisiera hablar, y la gente empezó a aprender a estar en buenos términos con ella. También era una trepadora de primera, porque su objetivo fue casarse con uno de sus superiores, a sabiendas que eso le daría un mejor estatus y seguridad en el mundo ministerial, pero tristemente nunca logró hacerlo.

A medida que envejecía, y se iba volviendo más dura y conservadora, su gusto por los accesorios de niña se hizo más pronunciado, al igual que su extraño gusto por el color rosa o los gatitos. Del mismo modo, incrementaron sus ganas de poder, por lo que decidió animar la vanidad y los temores de Fudge, presentándose como una de las pocas personas en las que podía confiar, sobre todo después que se instalara en la cabeza del Ministro que Dumbledore quería sustituirlo.

Fiel al Ministro, o al menos pretendiendo serlo, Dolores apoyó la campaña de desacreditación que cayó sobre Harry y Dumbledore tras el regreso de Voldermort, entendiendo que no era más que una estratagema del viejo mago para acceder al sillón ministerial. En esta línea, Umbdride envía a los dementores contra Harry y el gordito de su primo. Según dice Joanne, Dolores no pretendía que los dementores besaran a Harry, solo que lo expulsaran por hacer magia fuera del colegio. Como sabemos, su plan no funcionó, pero intentó desprestigiarlo y burlarse de él en el juicio, que presenció como miembro del Wizengamot.

Fue ese mismo año, 1995, cuando Dolores se inmiscuye en Hogwarts con las intenciones de controlar lo que estaba sucediendo en el Colegio, entendiendo que Dumbledore ya no tenía el poder real de la institución. Como sabemos, el puesto de Defensa contra las Artes Oscuras era problemático y al no encontrar un docente dispuesto a ocuparlo, el Ministerio podía elegir una persona que creyera competente para ocuparlo.

Aquí entramos en uno de los polos de la dicotomía planteada. No solo Dolores era una profesora estricta, sino que además era una hija de puta inútil, sin ningún tipo de empatía con sus estudiantes ni aprecio por su tarea docente. Y si sucede eso es, básicamente, porque ella no era profesora y tiene su propia agenda. Sus clases, como recordarán, se basaban solo en la teoría, asegurando que los hechizos saldrían a la perfección si aprendían de forma exacta la teoría. El uso de magia estaba prohibida en sus clases, lo cual es una locura, pero responde al temor que tenía el Ministro de que Dumbledore estuviera utilizando a los estudiantes y entrenándolos para emplearlos como su propio ejército en caso de golpe de Estado. Absurdo y loco por donde se lo mire, pero real para Fudge y Dolores. Me hace acordar mucho al fascismo, que encuentra enemigos donde no los hay y los convierte en cabeza de turco, convenciendo a la población de que amenazan la seguridad. Judíos durante el nazismo o tal vez el colectivo LGBT+ para Bolsonaro y otros políticos nacionales e internacionales.

vez, Dolores estaba tan decidida a probar que Harry y Dumbledore no eran más que un par de mentirosos, que no dudó en dedicarse al completo a neutralizar los diferentes rumores que circulaban sobre el regreso del Quien No Debe Ser Nombrado. Esto supuso tortura, recuerden el modo en que obliga a Harry a escribir en un papel «No debo decir mentiras» con su propia sangre, lo cual le genera una cicatriz en el dorso de su mano. Bella docente. Pero también significa atravesar la ilegalidad sin escrúpulos, usando la poción de la verdad, que Snape no duda en administrarle, o pretendiendo usar Maldiciones Imperdonables. Bella docente. Está claro que va más allá de ser una profesora estricta, sino que entró en modo fascista por completo.

Aquí entra también su papel de Suma Inquisidora de Hogwarts, puesto que le permitía supervisar el cumplimiento de las normas de la escuela y, más adelante, sustituir al propio Dumbledore como directora del Colegio. Aparecen las prohibiciones, la falta de libertad, los castigos colectivos… ¿Les suena de algo? ¡Fascista alert! Respaldada por completo por el Ministerio, cabría añadir. El Ministro, aterrorizado por perder su puesto en manos de Dumbledore, ahora prófugo, permite todos esos excesos, aunque podemos estar de acuerdo que no acepta la ilegalidad. Al menos eso quiero creer.

Aparece también la Brigada Inquisitorial, que perfectamente podría ser una escala escolar de los Mortífagos o de las Juventudes Nazis. Brigada que abusaba de su poder y tenía como objetivo acusar las infracciones de los demás estudiantes y, en última instancia, descubrir dónde se escondía el Ejército de Dumbledore, un nombre poco feliz si tenemos en cuenta el temor del Ministerio.

Si necesitan otros hechos para notar que Dolores Umbridge era fascista no tenemos más que recordar los incidentes con los docentes de Adivinación. Sí, está bien que Trelawney estaba locaza y era una docente discutible, pero era una buena persona y Hogwarts era todo el hogar que conocía y sin embargo, Dolores no solo la echó de su puesto sino que quiso también echarla del castillo. Por fortuna, Dumbledore, cuando todavía conservaba su puesto, la detiene. Aun así, el problema no termina porque el sustituto elegido por el Director, el centauro Firenze, no era para nada de su agrado, lo que data la ¿centaurofobia? de Dolores que, en realidad, no es otra cosa que miedo al diferente, miedo a la multiculturalidad. Como recordarán, ese miedo luego le traerá serios problemas y no voy a negar que es una escena de la película que disfruto mucho.

Este miedo no solo se ve reflejado en su desprecio hacia Firenze y aquella frase desafortunada en el Bosque Prohibido, sino también con Hagrid, al que también termina echando, por incompetente y por semigigante. En definitiva, una bella persona.

Es rescatada de las entrañas del Bosque por el propio Dumbledore, quien le exigió a Fudge que Dolores dejara el cargo y el colegio. De modo que, después de pasar un tiempo en la enfermería del colegio, Dolores volvió al Ministerio de Magia, donde siguió gozando de los privilegios que le daba su poder. Ya con otro Ministro en el poder, aún más incompetente que Fudge, lo que parecía francamente difícil, Dolores se hace cargo de la Comisión de Registro de Nacidos Muggles, institución fascista desde el minuto cero. Tras la caída de Voldemort y el ascenso de Kingsley como Ministro, la cara de sapo de Dolores fui arrestada y encarcelada por crímenes contra los nacidos de muggles que, en cualquier caso, podría entendérsele con facilidad, como un juicio por crímenes de lesa humanidad.

Sus ideas la hacen fascista y su actuar en consecuencia, aún más. Es despiadada, cruel, corrupta y una auténtica hija de puta. Intenta disfrazarlo todo con colores lindos, videos de gatitos en Youtube y una sonrisa amable, pero no es más una máscara que busca esconder su auténtica esencia. Es despiadada al intentar retener el poder que tiene entre sus manos y eso va en contra de la vida de otras personas, desde el propio Harry al que tortura, los estudiantes a los que expone a la poción de le verdad o los centauros a los que quiere atacar. Fácilmente podemos decir que Dolores encarna la raíz de un gobierno totalitario: intimidación, miedo, uso de los medios de persuasión y de la fuerza para lograr su objetivo, hacer del Estado una verdad oficial propia, como era la mentira de Harry y Albus.

En definitiva, Dolores es increíblemente parecida a Voldemort, al que de una forma u otra apoya. No solo es cruel, despiadada, inescrupulosa y demás, sino que es abiertamente fascista lo que, por descontado, la lleva a ser una profesora estricta. No sé qué les pareció a ustedes este análisis, pero siéntanse libres de hacérmelo saber en los comentarios.

6 comentarios sobre “Dolores Umbridge, ¿fascista o profesora estricta?

  1. Siempre odié a Umbridge, pero nunca al nivel de algunos fans de la saga. Era un personaje necesario para el quinto libro y Rowling la supo manejar de maravilla, demostrando lo que el temor por no aceptar la verdad puede hacerle a la personas como en el caso de Fudge, que se convierte en un inútil idiota, y como otras pueden aprovecharse de eso para sus propios fines. Su odio a los híbridos siempre fue lo que más detesté de ella, sobre todo el proyecto de ley contra los hombres lobos que tuvo al profesor Lupin sin trabajo toda su vida. Sabía que Dolores era una mestiza y recuerdo como en el séptimo libro presume que el relicario era herencia de su familia. Una total mentirosa.

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  2. A mí tampoco me gusta Dolores Umbridge es muy estricta y siempre se mete con Griffindor como si fuera su enemigo de toda la vida.Tambien puso un ley contra los hombres lobo y dejó a Lupin sin trabajo.Es una mentirosa y además es mestiza cuando ella a veces ínsula a los muebles resulta que ella es medio muggle.

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