Les propongo un ejercicio. ¿Están listos? Visualicen su biblioteca, ¿la están viendo? Ahora, por favor, pónganse cuántos de esos libros que allí aparecen son escritos por hombres y cuántos por mujeres. ¿Se llevaron una sorpresa? Si les pasó lo mismo que a mi, tal vez acaban de darse cuenta que leen más escritores que escritoras. Bienvenidos.