Este libro no tiene reseña, entre otras cosas porque no estoy segura que pueda encontrar las palabras adecuadas para transmitir mi sentir, pero sobre todo, este libro no tiene reseña porque no es necesario que intente seducirlos para que lo lean. SIMPLEMENTE LO TIENEN QUE LEER. Así, con mayúsculas y sin mucho preámbulo. De lectura obligatoria e ineludible. Tienen que leer este libro y sé que poco más se los estoy imponiendo, pero no importa porque Elena sabe es de lo mejor que he leído este año y en esta entrada enumero las razones por las que tienen que correr a comprarlo. Agradecimiento especial a Si los libros no importan por la recomendación. De verdad, ¡mil gracias!
Escrito por Claudia Piñeiro, escritora, dramaturga y guionista de TV argentina, y publicado en el 2007, Elena sabe es un golpe tanto al corazón como a los sentidos. La novela va sobre el viaje que Elena tiene que emprender para buscar ayuda. Su hija, Rita, apareció muerta en el campanario de la Iglesia y por más que la investigación cerró, que la policía la computó como suicidio, ella sabe que es la única que puede esclarecer el crimen, porque está convencida que Rita nunca se hubiese suicidado, que algo debió haber pasado. Pero presa de una enfermedad bastante complicada y avanzada, Elena sabe que no puede ponerle el cuerpo a esa búsqueda, así que va a cobrar una vieja deuda buscando la ayuda que necesita.
Madre, Elena, usted sigue siendo eso, usted siempre será eso.
La novela no es más que el monólogo interior de Elena que relata el viaje desde su casa hasta su destino, con el importante aditivo de su enfermedad. Sin su levodopa, Elena no puede moverse. Su Parkinson avanzado la tiene presa de su propio cuerpo y solo puede moverse gracias a sus dosis diarias que, en realidad, estructuran la novela, porque la autora elige dividir la novela en cuatro partes a partir de las horas en las que debe tomar su medicación. Si se quiere, Elena hace ese viaje como el héroe hace su epopeya porque en el camino, como Odiseo, se encuentra con varios obstáculos que logra sortear y que la llevarán a su destino.
A pesar que hay un asesinato e incluso un detective, en realidad no la podría catalogar de thriller, incluso teniendo en cuenta que al final descubrimos qué pasó con Rita, porque el estilo es otra cosa. El estilo de Claudia Piñeiro… ¡Mamita querida, qué talento! El estilo da cuenta de que esta pequeña novela es otra cosa, cala más hondo y sopapea, con fuerza, con ganas y, sobre todo, con intención y es brutal y maravilloso. De esos libros que al terminar, el lector queda absorto, digiriéndolo, pensándolo.
Elena sabe desde hace un tiempo que ya no es ella la que manda sobre algunas partes de su cuerpo, los pies por ejemplo. Manda él. O ella. Y se pregunta si al Parkinson habría que tratarlo de él o de ella, porque aunque el nombre propio le suena masculino no deja de ser una enfermedad, y una enfermedad es femenina. Como lo es una desgracia.
Si con todo esto no llegué a tentarte, si todavía no logré convencerte, te dejo algunos argumentos irrefutables:
- PORQUE ES INCREÍBLE.
- PORQUE TENÉS QUÉ LEERLO.
- La maternidad y el modo que se retrata.
- Por el modo en que Elena sabe.
- Por el modo en que Elena insiste.
- Por cómo se retrata el Parkinson.
- Por el modo en que se aprende sobre el Parkinson.
- Porque Claudia Piñeiro logra hacernos entender que Elena está presa de su cuerpo.
- Por el modo que uno siente la frustración, el encierro y la claustrofobia de Elena.
- Por el modo en que Elena reconstruye su mundo a partir de las piernas de las personas.
- Por el modo en que la repetición y le mecanización estructuran su día.
- Por su monólogo interior.
- Por el olor a barrio.
- Por el chusmerío propio de un barrio.
- Por el carácter ácido de Rita.
- Por sus buenas intenciones.
- Por lo egoísta que es.
- Por el modo que quiere imponer su pensamiento.
- Por el modo en que su acción del día arruinó una vida.
- Por el sufrimiento de Rita.
- Por las frases lapidarias que le soltaba a su madre.
- Por el aborto.
- Por Isabel y su dolor.
- Por Isabel y el modo en que le arruinaron la vida.
- Por Isabel y el horror.
- Por el estilo «espontáneo» de la autora.
- Por las palabras que usa y por el modo en que las hilvana.
- Porque sus palabras nos transportan a una imagen clara y definida.
- Por la política que se infiltra como quién no quiere la cosa.
- Por el final, impactante y tremendo.
- Por el modo en que el lector se queda rumiendo la lectura.
Bueno, como le decía a Tami en su blog, es un debe leer esta autora. Espero poder hacerlo pronto.
Un besote ♥
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Sofi, creo que te va a gusta mucho. Al menos este libro, es brillante.
¡Abrazo!
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Una amiga se lo compró por mi recomendación, lo leyó, nos juntamos para hablar y lloramos juntas. Me regaló su ejemplar y muero por releerlo.
Capaz que sale un nuevo motivo para leerla: porque te permite reunirte con amigas y llorar con la literatura jajajaja!
Besos
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