Hugo Burel – La misteriosa muerte de Eleanor Rigby

Me gustan los libros policiales y me gustan las novelas negras, seguro que nadie se sorprende por eso. El punto es que de un tiempo a esta parte sentí, sin mucho sentido, que era la única leyendo esos géneros y antes la presunta soledad, me pareció que podía ser una buena oportunidad para crear un club de lectura. Y así nació  A quemarropa. Se trata de un espacio donde amantes de las novelas negras se juntan de forma bimestral para conversar sobre un libro del género.

Y el primer libro elegido fue La misteriosa muerte de Eleanor Rigby de Hugo Burel, una novela con una premisa original y bien curiosa. Eleanor Rigby es, en realidad, una canción de The Beatles del álbum Revolver de 1966. Al parecer está inspirada, entre otras cosas, en una lápida ubicada en la parroquia de St. Peter Church en Liverpool y a partir de allí Paul y John crearon una historia respecto a Eleanor. Los expertos en la banda inglesa consideran que es una de las canciones más enigmáticas del grupo e incluso culta.

La canción, que pueden escuchar aquí, trata sobre una mujer, Eleanor, que barría el arroz que quedaba en la iglesia luego de una boda. El padre McKenzie, por otro lado, zurce sus medias y escribe un sermón que nadie nunca escuchará, porque se trata del funeral de Eleanor al que nadie irá.

El caso es que Burel recoge el guante y escribe una historia sobre la muerte de Eleanor. La idea me pareció a priori brillante, así que puntos para él por eso. Para desentrañar qué sucedió con ella y cómo falleció, Burel forzosamente debe introducir algunos personajes, por lo que aparece así el detective Horatio Pinkerton, el encargado de llevar adelante la historia. Se trata de un detective que volvió a Liverpool, después de algunos años trabajando en Londres, a propósito de la petición que le encomendó su ex capitán, Cecil Withehead.

Al llegar a la ciudad, sin embargo, ningún periódico menciona la muerte de Eleanor , lo cual se le hace raro, pero casi que enseguida Withehead le hace saber que investigará el caso de forma extraoficial, lo que le resulta cuanto menos curioso, pero comienza  a investigar. Teniendo en cuenta que el cadáver de Eleanor apareció en la iglesia St. Peter, es una de las primeras paradas de Pinkerton y allí conoce al Padre McKenzie y al párroco Thomas. Ambos demuestran conmoción ante la muerte de Eleanor, quien colaboraba diariamente con la parroquia, pero Pinkerton sospecha que el Padre McKenzie oculta algo a juzgar por su comportamiento.


Pinkerton lo observó todo con detenimiento y calma. Su experiencia le había enseñado que que solo vemos aquello que estamos preparados para ver y que una buena inspección ocular necesita acostumbramiento al lugar y método para encontrar lo significativo.


Por supuesto que no puedo contarles más. La premisa es esa y, como toda buena novela de ingenio, la idea es que el lector vaya descubriendo las pistas y armando el puzzle a medida que el detective lo hace, así que no voy a contarles más. Pero sí puedo contarles otras cosas, como por ejemplo el estilo. Es difícil leer este libro y no recordar los clásicos del género inglés como Conan Doyle y Agatha Christie, porque el estilo de narrar es parecido, porque la presencia de la novela de ingenio es imposible de ignorar e incluso por la forma en la que está estructurada.

Y pueden llamarme ingenua, pero me llamó mucho la atención la facilidad con la que esa sensación inglesa se transmite, lo cual no solo habla de una habilidad bastante destacable del escritor sino de una lectura sobre ese estilo muy atenta como para emularlo con tanta precisión . A su vez, me pareció interesante que Burel escriba un libro sobre una ciudad que nunca conoció. Podrían decirme que es tonto, teniendo la tecnología que hoy en día tenemos a mano, pero me resulta curioso cómo ese Liverpool está integrado de modo tan armónico y natural en la trama que como lector ni siquiera se cuestiona la ambientación porque resulta muy verosímil e integrada.

Tal vez lo más destacable, y también lo más divertido, de este libro sean las referencias. Fanático de Beatles, Burel introduce en la novela unas cuantas referencias sobre la banda inglesa y en este sentido,  el libro tiene dos lecturas: una normal, porque no es necesario conocer las referencias para entender la trama y luego una más profunda, ligada al conocimiento sobre la banda o incluso en fanatismo, que involucra de primera mano el descubrimiento de un nombre, una canción o una persona relacionada con los cuatro muchachos de Liverpool. Por descontado, la lectura que viene de la mano del fanatismo pone en juego un aspecto lúdico muy interesante porque uno quiere encontrar esas referencias, esos easter eggs escondidos.


Eso no tenía nada de divino: eran los poderes terrenales que, en guerra o en paz, funcionaban para proteger a los inocentes y perseguir a los culpables.


Debo agregar dos cuestiones más, y abro el paraguas porque tal vez aquí suelte algún spoiler. La causa de la muerte de Eleanor Rigby tiene que ver con un machismo y una misoginia bastante brutal, que se suman al prejuicio que tiene su asesino respecto al papel de la mujer en la iglesia. Para serles honesta, me sorprendió ese giro de tuerca y si bien me sorprendió para bien, porque realmente no esperé que tomara ese camino, también me parece que Burel introdujo esa temática porque es algo que se escuche mucho en el último tiempo y que está mucho en el tapete. No digo que no me haya pareció adecuado y verosímil, que sí me lo pareció, sino que se me hizo algo forzado. Ojo con esto, en la trama no parece forzado porque se integra con mucha naturalidad pero sí me parece forzado la introducción de ese tema en particular. Espero haberme hecho entender.

Lo último que debo decir es que, probablemente por ese aire inglés tan particular, esperaba más del final. ¿Qué decirles? Me quedó gusto a poco. Esperaba un giro hacia el final, algo que me impactara en la última página y me dejara con la boca abierta y no sucedió. Creo que el libro podría haber sido mejor si el final tuviera un impacto mayor.

Sin embargo, esos dos pequeños reproches no quitan que este sea un libro muy recomendable. Es una novela que tiene todo lo que debe tener una buena novela de detectives, porque hay misterio, secretos, muertes, pistas que parecen no conducir a ningún lado, inocentes que parecen culpables y viceversa. Tres estrellas de cinco porque disfruté la lectura y porque me hizo reencontrar con una banda que disfruto y un estilo que hacía tiempo no leía.

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2 comentarios sobre “Hugo Burel – La misteriosa muerte de Eleanor Rigby

  1. Hola, bella. Si bien no ando con ganas de leer libros de este género, me gustan lo suficiente los Beatles como para pensar en darle una oportunidad a futuro. Me encanta la idea de origen y que haya referencias, por supuesto.
    Un besote ♥

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  2. Hola Agus! Fue hermoso ese primer encuentro, además de la buena voluntad del autor de compartir con sus lectores sobre su proceso de escritura y sus preferencias lectoras.
    Que se termine de una vez esta psicosis para reencontrarnos en abril con la próxima lectura.
    Abrazo

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