Harry Potter y la resistencia

Así como es difícil pensar la saga de Harry Potter sin pensar en el fascismo, tampoco se puede ignorar la fuerza que tienen en la trama la resistencia. Necesaria y si quieren bastante humana, la resistencia surge casi de forma automática cuando aparece una fuerza externa que despierta oposición en la población y que, de manera clandestina o en ocasiones incluso violenta, manifiesta su desacuerdo y su oposición.

La resistencia es profundamente política y liberadora, funciona como punto de fuga de fuerzas controladoras del poder. Resistir implica desplegar la fuerza y consolidar las subjetividades y los principios propios, pero no en una lógica de polarización sino buscando la afirmación de conceptos tales como lo público, lo cultural, la participación, la comunidad. A su vez, la resistencia no tiene pretensiones de dominación sino que, por el contrario, se potencian desde la oposición las necesidades de empoderar la lucha de los excluidos, los vulnerados y las minorías sin voz.

Resistir abre la puerta a la creatividad, a la resiliencia del sujeto y pone en práctica estrategias inéditas  que colaboran para superar los poderes totalitarios, sin que las personas tengan que adscribirse a categorías sectarias de raza, religión, cultura o ingreso económico. No hay micropolítica en la resistencia porque hay un objetivo común hacia el que caminar en grupo.

Y usted lo crea o no, Harry Potter está plagado de resistencia en la misma medida, o incluso más, de lo que aparece el fascismo en la trama. A la hora de pensar en esta temática, se me ocurrieron unos cuantos ejemplos que quiero compartir con ustedes para pensar en conjunto y afirmar, de nuevo, que JK nos enseñó sin que supiéramos de qué se trataba la resistencia.

Empecemos por lo más obvio. La Orden de Fénix. Fundada y dirigida por Dumbledore, la Orden es una sociedad secreta que, según el canon, se formó durante la primera etapa de poder de Voldemort entre los años 60 y 70. Podría explayarme al respecto y mencionar que, a partir de Los crímenes de Grindelwald, muchos lectores sospechan que esa sociedad de espías a la que acusan a Dumbledore de tener podría ser, sobre todo porque el símbolo del fénix por allí, el precedente inmediato de la Orden, pero no nos vamos a meter con eso ni a modificar el canon.

El caso es que se trataba de una organización completamente independiente y separada del Ministerio de Magia, una de sus características más destacadas y que da cuenta de la necesidad de separar el poder de la resistencia. Imaginen qué hubiera sido de la Orden del fénix si, bajo el ala del ministerio, hubiera seguido las ideas de Cornelius Fudge respecto a la vuelta de Voldemort. Todo sería muy diferente, ¿verdad? A pesar que no dependía del Ministerio, sí es verdad que muchos funcionarios se acercaron a Dumbledore, así como personas de mucho renombre como noveles egresados de Hogwarts y, básicamente, todo aquel que quisiera hacer algo respecto al régimen del terror que imponía Voldemort.

De todas las células de resistencia que mencionaré en este pequeño pero emotivo artículo, es probable que la Orden del fénix no solo sea la más organizada, sino también la más política, la más efectiva y la que mayor uso de la violencia ejerce. A pesar de que son superados en número, la Orden siempre se enfrentó a Voldemort directamente, sobre todo en muchos duelos directos entre unos y otros, recuerden que James y Lily se le habían enfrentado tres veces, resultando ser una fuerza bastante efectiva en su contra. Es mi entender que la lucha en esta oportunidad es más violenta porque la presencia de Voldemort también lo era: la Primera Guerra Mágica es mucho más visible, plagada de terror y miedo, mientras que la Segunda es mucho más solapada producto del papel de titiritero que Voldemort se calza.

La organización como tal se disolvió tras la aparente muerte de Voldemort, aun cuando Dumbledore siempre sospechó que nunca había muerto realmente, pero el caso es que los recluta de nuevo cuando el regreso se hace efectivo. En esta nueva etapa de la Orden hay una integración algo híbrida entre viejos miembros, dígase Lupin y Sirius, los Weasley, Ojo Loco o incluso Sanpe, y nuevas adquisiciones que, por un mero tema de edad, no estuvieron en la guerra anterior. En cualquier caso, esta versión de la organización resulta más efectiva que sus predecesores. Como les decía antes, la Segunda Guerra Mágica es más sutil y solapada, por lo que la Orden también se mueve bajo esa lógica, con mucho funcionario infiltrado en el Ministerio y algunos planes para desbaratar los planes de Voldemort y aventajarlo por algunos casilleros. Más que cualquier otra célula de resistencia, la Orden del fénix se mantuvo cuando las esperanzas habían caído, cuando Dumbledore había muerto y el Ministerio estaba en manos de Voldemort.

Un poco hijo de esta organización es el Ejército de Dumbledore. Un hijo algo rebelde, si vamos al caso. Aquí la situación se hace un poco más compleja, así que pongámonos en situación: tenemos una señora muy desagradable a cargo de una de las asignaturas más importantes que no deja utilizar la magia en el aula, un ataque constante desde el Ministerio a las formas de enseñar en el Colegio, prohibiciones varias en esta línea y un componente difícil de ignorar como es la adolescencia. Ojo con esto, no quiero decir que la rebeldía propia de esa etapa los haya llevado a crear el ED, pero sí es cierto que tiene una presencia importante en tanto se rebelan a esa autoridad que creen incompetente y apéndice de, a su vez, un gobierno incompetente. En lo personal me da la sensación que, dado la presunta calma que gobierna en el mundo mágico y los ataques constantes que  la figura pública de Harry recibe dentro y fuera del Colegio, él y sus amigos deciden tomar cartas en el asunto, hacerse cargo de su propia narrativa y llevar adelante la vanguardia de la resistencia.

Me podrían decir que encerrarse en la Sala Multipropósito una vez al mes a aprender hechizos de Defensa contra las artes oscuras no parece ser resistencia, pero les aseguro que sí. Se resisten, se rebelan contra una educación que consideran inadecuada, pobre y alejada de la realidad, pero más allá de eso que, en definitiva, es lo más obvio, también es cierto que se rebelan contra la figura del profesor, porque ponen en el cargo a otro adolescente, y contra la división de casas porque todos aprenden entre todos. El aprendizaje colectivo es una resistencia en sí mismo. Se preparan porque los que tienen que hacerlo no lo están haciendo.

Así como el fascismo legitima la jerarquía, en la resistencia prima la horizontalidad y la lógica colectiva y en este caso se ve con claridad. Si bien hay una «profesor», Harry no es más que ellos, solo le ha tocado aprender más rápido por un tema de supervivencia y vuelva en sus lecciones la experiencia adquirida, sin necesidad de imponerse sino simplemente contando su vivir. La forma en la que se relacionan es entre pares, de forma grupal y colectiva y eso, no solo es clave en cuanto a la resistencia, sino también a la hora de aprender por fuera del sistema.

Incluso si creen que el ED no es una célula de resistencia durante La Orden del fénix, sin lugar a dudas lo es durante la Batalla de Hogwarts. Teniendo en cuenta los diferentes profesores de Defensa Contra las Artes Oscuras que han tenido a lo largo de los años, muchos estudiantes recibieron la formación básica e incluso avanzada gracias a Harry, lo cual fue fundamental en la Batalla de Hogwarts e incluso antes, porque el Ejército de Dumbledore fue la única resistencia que hubo en el Colegio ese año.

Ya abordamos dos de los espacios de resistencia más evidentes y que más propaganda tienen en la saga, pero hay otros espacios y lugares que se toman el trabajo de resistir desde sus lugares. Caminemos entonces hacia los medios de comunicación. El Profeta está controlado, incluso antes de que estuviera evidentemente controlado siempre fue tendencioso, de modo que todo lo que sale de allí está envenenado con los intereses de determinado grupo que, al principio eran los poderosos del mundo mágico y luego el fascismo de Voldemort. En un mundo donde el principal medio de comunicación está cooptado, la opción es la resistencia, sobre todo cuando desde allí se habla con la verdad.

El quisquilloso siempre fue una revista bastardeada porque, digámoslo todo, Xenophilius Lovegood es un hombre peculiar y, muy a menudo, tratado de loco simplemente por no seguir la norma. El caso es que, ante la desinformación y la difamación que lleva El profeta a cabo, El quisquilloso planta bandera y muestra una posición clara, contraria y propia de la resistencia porque es el único medio de comunicación que se opone abiertamente al régimen. Esta es mi verdad, esto es lo que pienso dice en cada una de sus ediciones y ni hablar que le dio espacio a Harry cuando la campaña de descrédito en su contra estaba a tope. El Quisquilloso fue un lugar para encontrar la verdad sin manipular, para encontrar un estado de situación claro que arrojara luz sobre una situación que a todas luces se veía bastante turbia.

Sin embargo, hubo un punto en el que incluso El Quisquilloso tuvo que callar. La realidad sin edulcorar comenzó a molestar y los Mortífagos tuvieron que tomar cartas en el asunto para silenciar a su excéntrico dueño, por lo que secuestraron a Luna como seguro para que El Quisquilloso publicara lo que le convenía al régimen. Fue entonces cuando Potter Vigilancia toma la posta. ¿Recuerdan? Es ese programa radial que Harry, Hermione y Ron escuchaban mientras estaban cazando horrocruxes que, era tan clandestino y peligroso de hacer, que incluso tenía una contraseña para ser escuchado, lo que evitaba oídos curiosos. Si uno se perdía uno de los programas, donde habían dicho cuál era la contraseña del siguiente, la única forma de poder escucharlo era pedírsela a alguien que sí hubiese escuchado, mecanismo que permitía el hermetismo y un círculo de escucha bastante reducido. Una cosa que me gustó mucho, y me parece que remite a este sentimiento de colectivo de resistencia, y que vale la pena mencionar es que muchas de esas contraseñas tenían que ver con miembros de la Orden asesinados o símbolos que los identificaban como una organización.

Sus locutores incluso tenían un apodo secreto porque era muy riesgoso decir sus nombres en público, a pesar de que la contraseña los protegía mínimamente. De cualquier forma, el trío dorado podía reconocer las voces de Lee Jordan, los hermanos Weasley y de Lupin. Hay una relación evidente entre Potter Vigilancia y la Orden del Fénix porque toda la información dicha en la radio tiene su origen en la organización.

De Potter Vigilancia engancho, aunque sin mucho sentido, con los hermanos Weasley. De verdad creo que su papel en la saga está un poco infravalorado porque la muerte de Fred lo ha eclipsado todo, pero no puedo hablar de la resistencia sin mencionar su humor. El humor es también resistencia. Por lo general, desde tiempos remotos, el humor se ha relacionado estrechamente con lo político, sin embargo no es lo que sucede aquí. Los hermanos Weasley no hacen humor desde ese lugar, sino desde un espacio libre de miedo y dolor, desde un lugar donde la luz todavía es plena y las risas lo dominan todo. En medio de la oscuridad, el humor chispeante de los gemelos es resistencia.

Fred y George siempre fueron graciosos, incluso cuando tenían un humor un poco pesadito, pero conforme van creciendo el humor comienza a definirlos. Es imposible hablar de su evolución sin mencionar el papel que tuvieron durante el año que Dolores Umbridge estuvo padeciendo Hogwarts. Jugarretas, bromas, desencuentros, artilugios, caramelos masticables que generaban estampidas entre los estudiantes que iban a parar a la enfermería hasta ese icónico momento de los fuegos artificiales, aunque en el libro hechizan a los de la Brigada Inquisitorial y dejan un pantano en el pasillo.

Piensen, por favor, en esa escena de El misterio del príncipe cuando los Weasley, Hermione y Harry van al Callejón Diagon por sus artículos escolares y ven la tienda de los gemelos. ¿Recuerdan? Todas las tiendas se ven desvaídas, abandonadas y grises pero Sortilegios Weasley se yergue orgullosa , colorida y ruidosa. Se burlan de lo que está pasando con mucha liviandad y desparpajo, incluso tienen un producto que se llama Lord Kakadura. ¡Imaginen eso! En medio de unaguerra mágica en donde el poder de Lord Voldemort parece teñirlo todo de oscuridad, sortilegios Weasley lanza ese producto con el siguiente afiche: ¿Por qué lo inquieta el innombrable? Debería preocuparlo Lord Kakadura, ¡la epidemia de estreñimiento que arrasa el país!». Es brillante.

Ese mismo año Dumbledore prohíbe, por indicación de Flich, todos los productos de la tienda. Pero los alumnos violan la prohibición e introducen los productos camuflados, porque la tienda así los envía para que pasen desapercibidos. Esquivo la oscuridad, la prohibición y me impongo, imponiendo así la alegría y la normalidad.

Pero me gustaría decir que, más allá de todos los artículos de bromas, tiene un negocio paralelo, una sección oculta que resultó muy útil en la guerra en la cual ofrecen artículos con ciertos embrujos protectores. Desde su lugar de comerciantes, incluso, resisten.

¿Qué me dicen ustedes? ¿Están de acuerdo? ¿Se les ocurre otras espacios de resistencia dentro de la saga? Los leo.

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