Una de las cosas que hicieron de Harry Potter un fenómeno tan formativo para una generación es que, precisamente, el protagonista crecía con su público. Fíjense ustedes que Harry Potter y la Piedra Filosofal se publica en 1997 y Las Reliquias de la Muerte ve la luz en 2007, es decir que para cuando la saga finalizó había pasado diez años en la vida de sus lectores y teniendo en cuenta que la edad promedio de los lectores al empezar era de diez años, para cuando la saga terminó esas personas tenían ya veinte años. Una generación había atravesado la adolescencia junto con Harry Potter.
Mes: julio 2020
¿Por qué hay que leer a Mario Puzo?
Escribió El Padrino y fácilmente con eso podría convencerlos, pero me tomaré el tiempo de profundizar un poco más para aquellos escépticos. Mario Puzo (1920-1999) es un escritor tremendamente popular y quedará inmortalizado por siempre por haber escrito El Padrino, tal vez el libro sobre mafia más icónico del siglo pasado, sin embargo, tiene otros trabajos que también valen la pena y les cuento por qué deben leerlo.
George Pelecanos – El hombre que volvió a la ciudad
Me gustan las recomendaciones, me gusta descubrir autores nuevos y también me gusta descubrir ciudades nuevas. Este libro me gustó mucho tanto como me sorprendió. Es una historia chiquita, acotada, incluso diría que sencilla pero con eso alcanza porque el autor a partir de esa premisa simple logra profundizar en una cantidad de cuestiones sociales muy peliagudas y esa habilidad me dejó sorprendida.
Joël Dicker – El enigma de la habitación 622
Cuando en el 2018 Dicker publicó La desaparición de Stephanie Mailer la editorial promocionaba el libro con la siguiente frase: «Solo Dicker puede superarse a sí mismo». Para ser honesta con ustedes, me pareció que eso no sucedía en ese libro, que sí pretendía hacerlo pero se enredaba de forma innecesaria y no terminaba lográndolo. Sin embargo, lo logra y con creces en El enigma de la habitación 622. El nuevo lanzamiento editorial de Dicker me encantó.
Diana Gabaldon – Viento y ceniza
No sé si soy la única por acá a la que le pasa, déjenme saber si a ustedes les sucede algo similar, pero juro que Diana Gabaldon y especialmente este libro, me hace sentir físicamente. Es una locura, pero me pasa. Al terminar este libro sentí calorcito en el pecho, liviandad en el estómago, piel de gallina, emoción hasta las lágrimas. De esos libros que al terminar la sensación se queda contigo en el cuerpo. Ay, no sé si estoy sonando como una loca de primera, pero esta autora me genera cosas maravillosas y la quiero.