Una de las cosas que hicieron de Harry Potter un fenómeno tan formativo para una generación es que, precisamente, el protagonista crecía con su público. Fíjense ustedes que Harry Potter y la Piedra Filosofal se publica en 1997 y Las Reliquias de la Muerte ve la luz en 2007, es decir que para cuando la saga finalizó había pasado diez años en la vida de sus lectores y teniendo en cuenta que la edad promedio de los lectores al empezar era de diez años, para cuando la saga terminó esas personas tenían ya veinte años. Una generación había atravesado la adolescencia junto con Harry Potter.
La evolución etaria de los personajes y sus lectores se acompaña también con una progresiva madurez en la trama. Al principio, es una novela de aventura para niños pero termina siendo una aventura oscura en donde nuestro protagonista lucha por el mundo mágico y sus valores. Sin embargo, en ese camino hacia la madurez hay una gran ausencia, un elefante en la habitación que JK no se animó a encarar y es la sexualidad.
Teniendo en cuenta que la saga en su totalidad se desarrolla durante la adolescencia de sus personajes, sería natural pensar que la sexualidad iba a estar presente. Sin ánimo de una lección de biología, de la que tampoco soy experta, la sexualidad es vital en el ser humano y es precisamente en la adolescencia cuando, conforme se adquieren los caracteres sexuales secundarios, se va manifestando una percepción del ser sexuado. Es una revolución hormonal e incluso social, es sentirse diferente, otro en el cuerpo propio y, a la vez, entender que ese otro cuerpo tiene un recibimiento diferente al que tenía el cuerpo infantil en el ámbito social.
Luego, por supuesto, aparece la exploración que lleva a la masturbación y que descubre el placer. Por otro lado, ese descubrimiento del cuerpo propio lleva al descubrimiento del cuerpo ajeno que lleva, más tarde o más temprano, al coqueteo como juego y ritual de seducción y luego la concreción de la relación sexual.
Nada de eso está en Harry Potter. JK Rowling, por un motivo u otro, dejó afuera uno de los aspectos más importantes de la adolescencia y si bien es cierto que no podemos pretender que la ficción sea todo lo real que queremos, también es justo decir que en esa progresión de la trama que implica entre otras cosas mutilación, dolor, tortura y muerte es poco verosímil que no se haya contemplado la sexualidad de sus protagonistas.
No me malinterpreten, entiendo que la sexualidad no es un tema central cuando estás corriendo de aquí para allá para que el señor malo no te mate, pero también me parece poco plausible la negación absoluta de su existencia. Si bien hay algunas citas que podrían o no apuntar a un descubrimiento sexual, que luego veremos, en líneas generales creo que es una gran ausencia de la saga. Quiero ser clara para que se entienda: en un colegio mixto a rebosar de adolescentes y con poca supervisión adulta es imposible que el pico sexual sea un beso debajo del muérdago a la luz de la luna. No tiene sentido y es inverosímil, no resiste análisis.
Por un motivo u otro, que podría ir desde su postura conservadora hasta que fue escrito hace veinte años o incluso que no quería incluirlo en su libros infantiles, JK no se moja y elude la temática o, tal vez, simplemente no profundiza en ella. Les pongo algunos ejemplos y ustedes me dirán qué les parece. Respecto al cambio físico de sus personajes, si bien no se ve en Harry Potter sí es cierto que los ojos se ponen sobre Hermione en El cáliz de fuego. Recién en ese libro, donde podemos suponer que el cuerpo de nuestra sabelotodo cambió, Ron entiende que se trata de una mujer y aunque no se mete de lleno con eso, sí lo deja suficientemente claro. Hermione se siente indignada, confusa e incluso a veces cohibida de los comentarios de sus compañeros y, a la vez, luego es el foco de deseo de Viktor Krum, lo cual revoluciona todo. Respecto a los cambios físicos creo que Hermione sí es un buen ejemplo y me parece que dice mucho que JK haya elegido a una mujer para representarlo, porque después de todo el cuerpo de las mujeres es público para ser observado y comentado, ¿verdad?
En esta línea, Ginny también tiene un papel interesante y, de nuevo, volvemos al hecho de que es una mujer. En cosa de dos años pasa por unos cuantos novios y, si recuerdan, en el momento que Harry y Ron la encuentran a los besos con Dean Thomas en el pasillo, justo cuando Harry tiene ese flechazo, Ron y ella discuten sobre lo que van a decir sobre su hermana y está a punto de decirle que parece una puta. Lo curioso es que lo hace desde la vergüenza, desde el deshonor familiar… De pronto Ron nació en 1700 y no nos dimos cuenta. ¿Tienen presente la escena?
Incluso podríamos traer el caso de Lavander Brown, que se tira a los brazos de Ron y lo cela y lo besa y lo atosiga. Está claro que ella estaba más consciente de sí misma que el propio Ron, que siempre fue un dormido. De nuevo, el foco en la mujer y cuanto menos me parece curioso. No sé si se habrá dado de forma natural o si fue una decisión de la autora, pero me llama la atención.
En cualquier caso, si bien es cierto que se las menciona a las tres conscientes de su propia sexualidad, aunque no de forma explícita, también es cierto que no se dice claramente. Me parece que para captar estas cuestiones hay que leer entre líneas.
Ahora bien, en lo que respecta al propio Harry Potter siempre se aborda todo desde una perspectiva muy romántica. Tiene un flechazo por Cho Chang, un primer amor tímido y vergonzoso que no lo lleva a ningún lado, y lo de Ginny es tan extraño como inesperado pero llega a concretarse aunque todo parece indicar que a primer golpe de vista no logra escalar.
Sin embargo, y esto me parece importante de destacar, sea de un modo u otro lo cierto es que el mundo de Harry Potter es profundamente heteronormativo. Mientras leíamos la saga nunca nos lo cuestionábamos, pero la ausencia de la diversidad parpadea en luces de neón en cuanto uno se da cuenta. Pensemos en cosas tan sencillas como el hecho de que todas las parejas que conocemos son cis hetero, que las veelas solo cautivan a los hombres y al parecer son poco más que perros porque se las trata de mascotas, que no hay personajes trans o incluso no binarios. Por supuesto, me dirán que no puedo pedirle representación con una lógica del 2020 a un libro de 1997 porque a todas luces no la puede dar y aunque ustedes no lo crea, tampoco pretendía que de pronto sean todos diversos pero sí que sea plausible.
Les pongo el ejemplo del caso de Dumbledore que sacudió el mundo mágico. Dando una charla en Nueva York en el 2007 y ante la pregunta de una fanática acerca de la vida amorosa de Dumbledore, la autora respondió: «Siempre había concebido a Dumbledore como gay». Hubo tres reacciones bien claras: aquellos que estaban encantados con la noticia, los que la detestaron y un tercer grupo que, consternado, alegaba que Joanne no podía expandir el universo por fuera de los libros. En cuanto a la última opción creo que es una discusión aparte que en algún momento podremos dar o no, pero me quiero centrar en los que detestaron la idea de un Dumbledore gay. Solo puedo aventurar, pero podríamos decir que la sorpresa llegó porque nunca hubo un indicio, ni siquiera uno por minúsculo que sea, de que existieran relaciones homosexuales en el mundo mágico. Por supuesto que hay una homofobia que no puedo negar, pero el desconcierto fue grande porque en un mundo a todas luces heteronormativo de golpe y porrazo existía la homosexualidad.
En el libro Harry Potter y la filosofía de Gregory Bassham y Willian Irwin se dice al respecto: Al presentar a Dumbledore como un personaje con el que los lectores se pueden identificar, Rowling consigue que sus lectores se vuelvan más tolerantes sin percatarse de ello, pues les lleva a reconocer que, al igual que las parejas interraciales [el autor del capítulo, Tamar Szabó Gendler, las reconoce como aceptadas por el mundo mágico], la orientación sexual no es ningún problema al no requerir una mención explícita. Para ser honesta con ustedes, no sé si estoy de acuerdo con lo planteado esencialmente porque no creo que JK haya tenido esa intención. No me parece que ella quiso fomentar la tolerancia, palabra poco acertada en este caso, porque de haberlo querido así lo hubiera explicitado precisamente para establecer un punto.
Por otro lado, otros podrían decir que la sexualidad de Dumbledore no es importante para la trama y aunque en líneas generales estoy de acuerdo, también es cierto que sí es importante para su arco argumental porque Grindelwald es quien le sacudió el mundo y quien lo empujó hacia el lado oscuro. El autor que les mencioné antes señala que las parejas en Harry Potter suelen ser entre personas que comparten características, de este modo Lily y James son valientes y encantadores mientras Lupin y Tonks son luchadores y desafortunados y que es natural que Dumbledore se arrimara a la persona más brillante que, curiosamente, es un hombre. El autor cierra con la siguiente pregunta que me parece muy aguda: ¿Podría ser que Dumbledore fuera gay porque Rowling no podía concebir que existiera una mujer con su mismo nivel intelectual?
Más allá del ejemplo de Dumbledore, creo que todos podemos estar de acuerdo que es un mundo heteronormativo. Ahora bien, volvamos a la sexualidad y a la evidencia o no de su existencia. Les dejo un par de citas en donde se podría interpretar ciertas actividades sexuales por parte de los estudiantes de Hogwarts.
Snape y Karkarov doblaron la esquina. Snape llevaba la varita en la mano, e iba golpeando los rosales con una expresión de lo más malvada. Muchos de los rosales proferían chillidos, y de ellos surgían unas formas oscuras.
—¡Diez puntos menos para Hufflepuff, Fawcett! —gruñó Snape, cuando una chica pasó corriendo por su lado—. ¡Y diez puntos menos para Ravenclaw, Stebbins! —añadió cuando pasó tras ella un chico—.
El cáliz de fuego. Capítulo 23
—¿Y la Señora Gorda? —preguntó Bill.
—Ya estaba aquí en mis tiempos —comentó la señora Weasley—. Me echó una buena bronca la noche en que volví al dormitorio a las cuatro de la mañana.
—¿Qué hacías fuera del dormitorio a las cuatro de la mañana? —quiso saber Bill, mirando a su madre sorprendido.
La señora Weasley sonrió, y los ojos le brillaron.
—Tu padre y yo fuimos a dar un paseo a la luz de la luna —explicó—. Lo pilló Apollyon Pringle, que era el conserje por aquellos días. Tu padre aún conserva las señales.
El cáliz de fuego. Capítulo 31
Sin embargo, cuando Harry apartó el tapiz para tomar el atajo por el que solían ir a la torre de Gryffindor, los dos amigos encontraron a Dean y Ginny abrazados y besándose apasionadamente, como si los hubieran pegado con cola.
El príncipe mestizo. Capítulo 16
Harry le devolvió el beso y sintió una felicidad que no podía compararse con nada, un bienestar mucho mayor que el producido por el whisky de fuego. Sintió que Ginny era lo único real que había en el mundo: Ginny, su contacto, una mano en su espalda y la otra en su largo y fragante cabello…
De repente se abrió la puerta y ambos se separaron dando un respingo.
—Vaya —dijo Ron con tono significativo—. Lo siento.
—¡Ron! —exhaló Hermione sin aliento detrás de él.
Hubo unos momentos de embarazoso silencio, hasta que Ginny dijo con voz monocorde:
—Bueno, feliz cumpleaños de todas formas, Harry.
A Ron se le habían puesto coloradas las orejas y Hermione parecía nerviosa. A Harry le habría gustado cerrarles la puerta en las narices, pero era como si una fría corriente de aire hubiera entrado en la habitación y aquel magnífico instante se había desvanecido como una pompa de jabón.
Las reliquias de la muerte. Capítulo 7
Como ven, algunas son más obvias que otras pero de igual forma son bastante inocentes todas. Si existe el abordaje de la sexualidad, cosa que dudo, se hace de forma bastante sutil y pasa de forma natural sin que JK haga hincapié en ello
Por lo regular siempre hablamos de los libros, porque después de todo son el material madre, pero las películas tienen también parte en este tema y, curiosamente, se atreven más que JK. Alfonso Cuarón, el director de El prisionero de Azkaban, en esa película Harry, Ron y Hermione están descubriendo su sexualidad y por eso plasmó ciertos simbolismos que harían referencia a ese cambio.
Honestamente no sé qué pensar de esto, lo encontré en internet pero acá se los dejo. Masturbación: Al principio de la película Harry está bajo las sábanas agitando y agitando la varita, tratando de hacer un hechizo, pero cuando entra el tío Vernon se acuesta rápidamente y finge estar dormido. Por otro lado, colarse en Las tres escobas bajo la capa de invisibilidad estaría simbolizando la entrada al mundo adulto. Por último, y creo que este dato lo tenemos todo, tenemos el easter egg oculto en el Mapa del Merodeador de los créditos con las huellas en una postura sospechosa.
En cuanto a las otras películas hay dos o tres referencias o bromas sexuales, recurso recurrente en los adolescentes. En El cáliz de fuego Hermione le dice a Harry que “A Viktor [Krum] sólo le interesa lo físico”, ambos se sonríen y ella se apura a aclarar que no está hablando de lo que claramente debería estar hablando. Cuando Ron, en las Reliquias de la muerte, intenta destruir el horrocrux contenido en el relicario, se le aparece una imagen borrosa de Harry y Hermione desnudos en medio de un beso, lo que constituye la única escena semi-sexual de las ocho películas. Podría ir más allá y mencionar que, en realidad, esa imagen es una construcción para quebrantar a Ron, es la exaltación de sus miedos y sus enojos, de modo que el sexo existe solo como posibilidad escabrosa, culposa, prohibida.
Como conclusión, si es que tengo que formular una, diría que hay una presencia sutil de la sexualidad como cambio hormonal, sobre todo en el caso de las tres mujeres que les mencioné, pero en lo que refiere a todo lo otro y con eso me refiero a los cambios en los varones, la masturbación, el placer o incluso el sexo propiamente dicho, no aparece. En lo que a mi respecta, me parece obvio que JK no tenía intenciones de abordar esas temáticas, que pretendía mantener su obra lejos de esa papa caliente y aunque es válida la opción, considero que no es creíble. Más que en economía o política, la saga cojea en sexualidad.
Por lo regular cuando empiezo a escribir una de estas entradas tengo una opinión formada que procuro desarrollar y así empezó en este caso, mantengo que la sexualidad es el tópico ignorado de la saga del niño mago, pero conforme avanzaba comenzó a tornarse un pensamiento en voz alta, o escrito, que iba hilando de a poco, más que un desarrollo propiamente dicho del tema. Me quedé con la sensación de que hay más para decir, para pensar sobre este tema o, en realidad, su ausencia.
Puedo equivocarme y desde ya no tengo todas las respuestas. ¿Qué me dicen ustedes? ¿Pensaron en estas cosas? ¿Tienen una opinión? Los leo.
Magnifica como siempre y tan inteligente. Yo jamás había pensando en lo sexual en HP, hasta que no lo mencionaste no se me había pasado por la cabeza. Pero es como que de una forma no sentí esa ausencia cuando vi las películas porque estaba concentrada en entender otras cosas, y capaz que ese es el punto…. Seguramente ella no quiso que sea un tema relevante para que no quedara como el “típico libro de niños/adolescentes”, después de todo en realidad no es un mundo típico ni normal… Pero hubiera estado bueno un poco de salseo de ese estilo Jajajaja. Me encantó Agus. Te mando un beso
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Sí, creo que la ausencia de la cuestión es que no aporta a la trama, que de última es lo que a ella le preocupaba. Y si te tiro la posta, tampoco yo lo pensé mientras leía o miraba las pelis, pero ahora con un poco de cabeza me doy cuenta de los baches.
Gracias por comentar, Mel. Te mando un abrazote!
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Hay un escena en Harry Potter 6, donde Ginny comenta que le dijo a Romilda Vane que Harry tiene un tatuaje de colacuerno en el pecho, y en Harry Potter 7, cuando todos se convierten en Harry para sacarlo de casa de los Dursley, Ron dice que ya sabía que Ginny estaba mintiendo con lo del tatuaje. Esa escena siempre la interpreté como una confirmación de Ron a que Harry y Ginny habían tenido relaciones sexuales, y también explicaría su reacción acalorada cuando los encuentra en la habitación de ella besándose.
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¡ROMINA! Me caigo de culo, me había olvidado del tatuaje del colacuerno. ¡Tenés razón! ¡Gracias por el dato!
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Excelente análisis, como siempre. También sería interesante una lectura de Harry como asexual (que no arromántico), no? No digo que lo sea ni que yo sea quien para determinar eso, pero desde 2020 podríamos imaginarlo.
Un besote ♥
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Gracias por comentar, Sofi. La verdad que no se me había ocurrido, pero cabe la posibilidad, por qué no? Aunque Romi tiró una que sugeriría que sí hubo algo entre Ginny y Harry. Igual hay mucho para pensar sobre el tema.
Abrazo
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Hola! Gracias por compartir! Yo soy de las que creció con los libros y como «me comía los mocos» (era una adolescente super inocente) festejaba muchísimo estas pequeñas insinuaciones comportamiento sexual, me daba vida encontrar una. Supongo que algo más explícito me hubiera causado incomodidad pero también hubiera sido beneficioso para darme una mirada más «sex-positive» que me hacía mucha falta. Después de todo si EL MEJOR LIBRO DEL MUNDO no habla de coger, algo malo habrá en coger, no? Creo que ese fue un poco mi razonamiento. El silencio sobre la sexualidad en el fondo es un mensaje represor.
Igual no la juzgo, ya tenía mil problemas Harry para darle uno más.
Saludos!
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Gracias por comentar, Nathalie. Tal cual lo que vos decís, el sabor de boca que queda es que algo mal hay en el sexo, pero a la vez, y aunque el silencio es terrible, entiendo que no sea una prioridad en la vida de Harry, pero ta, me complica desde el desarrollo de personaje la completa inexistencia.
Saludos
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Por cierto «¿Podría ser que Dumbledore fuera gay porque Rowling no podía concebir que existiera una mujer con su mismo nivel intelectual?» —> Esto me destruyó.
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