¿Por qué hay que leer a Mario Puzo?

Escribió El Padrino y fácilmente con eso podría convencerlos, pero me tomaré el tiempo de profundizar un poco más para aquellos escépticos. Mario Puzo (1920-1999) es un escritor tremendamente popular y quedará inmortalizado por siempre por haber escrito El Padrino, tal vez el libro sobre mafia más icónico del siglo pasado, sin embargo, tiene otros trabajos que también valen la pena y les cuento por qué deben leerlo.

Hijo de inmigrantes napolitanos, estudió ciencias sociales en la Universidad de Columbia tras su paso por el ejército, al que se alistó para luchar en la Segunda Guerra Mundial. Se casó y tuvo cinco hijos a los que le costaba alimentar, sobrevivía escribiendo facsímiles de crimen pero las deudas producto de su ludopatía se comenzaban a acumular. Escribió tres libros de buena crítica pero escasa venta: La arena oscura (1955), El peregrino afortunado (1965) y Seis tumbas en Munich (1967). Su gran éxito llegó, por supuesto, con El Padrino (1969), que se mantuvo en el top de los libros más vendido del The New York Times por 67 semanas, que fue traducido a más de 20 idiomas y que es la base de una de las trilogías más icónicas del cine.

Sin embargo, y tal vez lo más curioso, es que El Padrino nació para el cine incluso antes de ser una novela publicada. Desesperado producto de las deudas que se le venían encima, Puzo se presentó en Paramount con un manuscrito y se lo presentó a Robert Evans, el productor de la compañía, para que hiciera de él una película. Le pegaron $12.000 dólares por terminar el libro y antes que supiera The Mafia, el título original, era propiedad de Paramount para una adaptación.

Por supuesto que El Padrino y su éxito, tanto en lo relativo a la novela como a la película, le dio un bienestar económico que no solo no esperaba sino que le permitió seguir escribiendo. Después de ese éxito escribió unas cuantas novelas más: “Los Tontos Mueren” (1975), “El Siciliano” (1984), “La Cuarta K” (1991), “El Último Don” (1996), “Omertá” (2000), publicado post mortem y «Los Borgias» (2005), libro que terminó escribiendo Carol Gino, quien fue su pareja luego de la muerte de su esposa.

El gran aporte de Mario Puzo al género de la literatura criminal es nada menos que una perspectiva italoamericana. Pertenece a la primera generación de no nacidos en Nápoles, de modo que vivió su vida en el barrio de Hell´s Kitchen en Manhattan y esa experiencia le permitió retratar a la perfección ese mundo de inmigrantes que tanta repercusión tiene en sus libros.

Hay varias cosas que me gustan de este autor y por las que creo que deberían leerlo. Construye familias mafiosas al detalle y lo hace de una manera impecable, fomentando constantemente la idea de unidad y defensa familiar. Refleja de un modo muy verosímil las costumbres y la idiosincrasia de los italoamericanos: desde las grandes comidas, el sentimiento de unidad familiar, su fuerte religiosidad hasta el drama, pero sobre todo el orgullo a sus raíces.

Tiene un estilo ameno, que atrapa y se disfruta. En algunas ocasiones se hace vertiginoso producto de las acciones de sus personajes, pero también puede ser contemplativo cuando describe paisajes. Me gusta mucho también es habilidad para cambiar de todo.

A su vez me parece muy interesante cómo logra una tríada entre Mafia-Hollywood-Las Vegas. Es un tema recurrente, aunque no siempre aborda los tres tópicos a la vez pero seguro dos de ellos van a estar y el modo que establece las relaciones entre mafia e industria del cine o mafia y la vida loca de los casinos en Las Vegas es realmente excelente. Logra mostrar la cara sórdida tanto del cine como de los casinos de un modo simple pero a todas luces real.

Sin embargo, es probable que lo que más me gusta de este autor es que logra fusionar de buena manera el mundo de mafia con el de honor. Hay códigos sicilianos que guardan una lógica de honor entre mafiosos que no se ve en otros libros y la forma en la que logra representarlo me parece impecable. Hay cuestiones que se respetan a rajatabla no por una cuestión impuesta sino porque son las estructuras sobre las que se asienta el mundo, me refiero al código de lealtad, de silencio, de no traicionar a la familia, de honorabilidad. Hay cosas que se respetan, que tienen que ver con esos códigos de mafia pero también con una idiosincrasia de la época, por ejemplo las las mujeres y los niños, son grupos que quedan por fuera de la violencia que impera en ese bajomundo.

Es un autor que creo que se debe leer por sí mismo y su obra, pero también porque abre camino a otros autores, tiene cierto sentido de pionero y, sin dudas, tienen que empezar por El Padrino, la que yo considero su mejor obra. De verdad, una joyita.

 

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