Feminismo islámico, ¿existe?

Cuando pensamos en Cercano Oriente, por lo general, se nos viene a la cabeza una serie de palabras: petróleo, terrorismo, musulmanes, ISIS y tal vez, muy en último lugar, la opresión femenina. Curiosamente, cuando pensamos en esa opresión femenina, creemos sin muchas vueltas que están peor que nosotras, ¿cierto? Cubiertas de pies a cabeza, casadas por obligación, recluidas en sus casas siendo esposas floreros. Nos creemos mejores en muchos sentidos, por eso, también, cuando escuchamos hablar de feminismo islámico lo desechamos de buenas a primeras, creyendo que no tiene sentido e ignorando que, en realidad, sí lo tiene.

Para empezar, lo primero que debo decir es que no soy una experta en Islam, ni en Oriente Medio ni en feminismo ni en feminismo islámico y quiero dejar eso claro. Estas palabras son producto de unas cuantas lecturas y una serie de reflexiones, por tanto, siéntanse libres de criticar de buena fe y discrepar porque no solo no tengo la verdad, sino porque tampoco pretendo dar una clase magistral sobre el tema.

En segundo lugar, me interesó escribir sobre este asunto porque, por lo general, es un tema que se desconoce e incluso, en algunos casos, aquellos que lo conocen lo desprecian. De un tiempo a esta parte el blog ha tomado cierta posición respecto al contenido: además de lo estrictamente literario, también habrá Historia y feminismo. Tomé una posición política y no voy a ocultarla y esta entrada va en esa línea.

Empecemos por el principio. ¿Es acaso el feminismo islámico diferente al feminismo a secas? Sí y no. Es igual porque busca la liberación y la caída del patriarcado y el sexismo, pero no es igual porque tiene raíces religiosas. Como saben, el feminismo occidental, lo llamo así por ponerle un nombre, es laico, es decir que no tiene una religión asociado a él. En el caso del feminismo islámico, la religión a la que está asociada es, naturalmente, el Islam. Por ese motivo, el feminismo islámico se basa en algunos de los principios del Corán, el libro sagrado de esa religión, principios tales como la igualdad de género y la justicia social. En esta línea, tiene como objetivo recuperar la umma, o comunidad islámica concebida como un espacio compartido, de igual modo por mujer y hombres. Que quede claro: la sumisión y la opresión femenina no están consagrados en el Corán.

En el Corán, Dios no es masculino, no es Padre. El Corán no establece la autoridad paterna, establece la igualdad ontológica entre el hombre y la mujer, se dirige indistintamente a hombres y mujeres, a los cuales va destinado igualmente su mensaje de salvación. Todo esto lleva a las feministas musulmanas a la conclusión de que el Corán es un texto teológicamente anti-patriarcal, que establece la igualdad entre hombres y mujeres y considera a la mujer capaz de realizar cualquier tarea, sin asignarle un rol diferenciado como madre y ama de casa.

Este movimiento señala, o más bien denuncia, que esa igualdad de género consagrada en el Corán, no se efectiviza en la práctica porque lo impiden las ideas patriarcales, a las que nombra anti-islámicas, junto con las legislaciones patriarcales dominantes en muchas de las sociedades musulmanas. La sociedad tiene como prioritario retornar al Corán y recuperar el mensaje de liberación personal y colectiva, para escapar de las visiones totalitarias del Islam. El feminismo islámico no es más que una lectura con perspectiva de género del Corán.

Si debo ubicarlo históricamente, tal vez sería preciso hacerlo entre la década del 80 y del 90 del siglo pasado. El movimiento en sí, por supuesto, comenzó antes de ser nombrado, en 1980, pero la acuñación del nombre, y por tanto el reconocimiento, llegó en 1990. El nombre no lo acuñaron las propias feministas, sino que lo hicieron quienes lo observaban desde afuera. Hubo mujeres musulmanas, intelectuales públicas, periodistas y académicas, todas seculares, quienes observaron el giro del pensamiento y de la práctica de género y terminaron por reconocer una nueva forma de feminismo: un feminismo articulado dentro del paradigma islámico.

En cuanto a la base social del movimiento, se trata en su mayoría a mujeres de élite, intelectuales y universitarias, de clase privilegiada o sectores medios reservados a un público informado, sin ningún tipo de alcance popular. Aun así, el discurso es reproducido por lagunas ONGs que trabajan con mujeres. Sin embargo, aunque las mujeres que contribuyeron a democratizar el concepto de feminismo islámico son claramente intelectuales, también es cierto que están involucradas, en su mayoría, a redes militantes que buscan unir la reflexión sobre las cuestiones de género con un compromiso social por el mejoramiento de su condición.

Al igual que el Islam, el feminismo islámico no va sobre Oriente y Occidente, en el sentido de corresponder con un lugar geográfico, como a menudo creen algunos, separando unos y otro y dejando el Mediterráneo o el Atlántico de por medio. Sin embargo, en Oriente Medio, el discurso patriarcal ve el feminismo como «occidental», una palabra clave para decir «ajeno al islam. Estas personas se sienten, como mínimo, molestos o incómodos con la yuxtaposición de los términos y esto sucede porque el discurso de la región tiende a ser nacionalista, anti-colonial y anti-occidental. Esto deja a las feministas, básicamente, como traidoras a la causa islámica y si bien es cierto que hubo una influencia de occidente, también es cierto que las musulmanas lo adaptaron a sus intereses.

Aquellos que entienden que el feminismo islámico no es más que una occidentalización del Islam, entienden el pensamiento musulmán como acabado y particularmente hostil a cualquier renovación o relectura.

Hasta acá, el feminismo islámico es mal visto por los propios musulmanes patriarcales, pero sin embargo, desde Occidente, entiéndase Europa y Estados Unidos como banderas, se lo desprecia porque, en primer lugar, no se concibe un feminismo no secular y más allá aún, consideran que el Islam es absolutamente contrario a la emancipación de la mujer. Por otro lado, cabe señalar que las feministas occidentales vean a las mujeres árabes en general, recordemos que árabe no es sinónimo de musulmán, como esclavas serviles y obedientes, incapaces de tomar consiente o desarrollar ideas revolucionarias propias. La feminista occidental cree que la mujer de Oriente no puede reconocer los esquemas de opresión patriarcal, sobre todo porque se encuentran profundamente arraigados en la sociedad, y que necesita de una occidental para que abran los ojos ante la injusticia. Y ese hecho, no reproduce otra cosa que una lógica racista e imperialista de los hombres occidentales. Occidente es líder y Oriente seguidor.

Hay estructuras igual o más antiguas que el patriarcado. Los esquemas coloniales de supremacía, que la mujer occidental reproduce inconscientemente, dan cuenta de ello. La solidaridad de las mujeres será global cuando se eliminan las barreras de culturas, razas y clases. Hasta entonces, hay un feminismo que «vale más» que otros.

El feminismo islámico se trata de una reapropiación del saber y de la autoridad religiosa por y para las mujeres, y muchas de ellas se arman de una doble formación, la del dominio de las ciencias islámcias y de los instrumentos de las ciencias sociales para hacer emerger un pensamiento y una concepción nueva de las mujeres en el islam. Así, a través de ese cruce entre campo feminista y campo islámico, el feminismo musulmán introduce replanteamientos y cuestionamientos fundamentales al interior de ambos campos: de la esfera feminista replantea y cuestiona el dominio del modelo occidental colonial y neocolonial que se habría impuesto como única vía de liberación y de emancipación, así como la idea de que el feminismo sería contrario a lo religioso e impondría un distanciamiento de aquel. Del campo islámico cuestiona todo un sector de la jurisprudencia musulmana elaborada a partir de un punto de vista masculino y sexista, denuncia la marginalización del rol y del lugar de las mujeres en la historiografía musulmana clásica, así como en la apropiación del saber y de la autoridad religiosa por los hombres en detrimento de las mujeres.

Dejo a continuación varios artículos, de los cuales saqué información e inclusive algunas citas textuales, para que puedan profundizar la lectura.

http://www.mundoarabe.org/mujer_musulmana.htm

https://www.webislam.com/articulos/38231-comprendiendo_el_feminismo_islamico.html

http://www.scielo.org.co/pdf/tara/n21/n21a07.pdf

https://s3.amazonaws.com/academia.edu.documents/35209329/03_Badran.pdf?AWSAccessKeyId=AKIAIWOWYYGZ2Y53UL3A&Expires=1538670428&Signature=SjvzGXrNKijWEl1qDM%2FPqjT69aU%3D&response-content-disposition=inline%3B%20filename%3DFEMINISMO_ISLAMICO_EN_MARCHA.pdf

https://vientosur.info/IMG/pdf/feminismo-islamico.pdf

11 comentarios sobre “Feminismo islámico, ¿existe?

  1. ¡Hola Agus! Qué post más interesante. Nunca me había puesto a pensar siquiera en la posibilidad de que existiese un movimiento feminista islámico tan fuerte. En parte me sorprendí y en parte me sentí culpable por seguir asumiendo cosas que nada que ver. Me encanta que traigas historia y feminismo sumado a la literatura. #FAN.
    Un beso, nos leemos.

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  2. Te aplaudo por traer este tema para el debate. Sigo sin ser una experta en el feminismo, pero desde las lecturas que hemos hecho para la #LCGafasVioletas y todo el activismo en redes sociales que he visto, me he dado cuenta que el feminismo masivo, por así decirle, siempre involucra a mujeres blancas, occidentales y con cierto nivel económico e intelectual. Siento que el feminismo islámico está tan excluido o se habla tan poco de él, de la misma manera que apenas se escucha a las mujeres negras dentro del feminismo. Debemos comenzar a abrir nuevos horizontes, luchar por lo que tenemos más cerca, pero tampoco invalidar o invisibilizar aquellos movimientos que están surgiendo o que ya existen solo porque su ideología choque con nuestros propios pensamientos. Creo que el feminismo es un movimiento demasiado grande para solo englobarlo en un continente o en una parte del mundo, porque después de todo, se supone que queremos derribar un sistema de opresión que ha gobernado a todo el mundo, y para eso, necesitamos a todas las mujeres del mundo.

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  3. Gracias por la entrada. ¡Muy enriquecedora e informativa! Personalmente se muy poco de feminismo, y me da mucha vergüenza. Llegué tarde a la LC Gafas Violetas y no me uní después. Me encanta leerlas a uds porque aportan mucho y lo hacen de manera excelente. Muchas gracias por este tipo de entradas.

    ¡Besotes!

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    1. Pauli, todas sabemos poco al respecto y estamos leyendo de a poco, así que no sientas verguenza alguna porque ninguna nació sabiendo. Respecto a LCGafasVioletas estás a tiempo de unirte sin problemas, no tenés que haber empezado desde el principio para leer con nosotras.
      Me alegra mucho que te haya gustado la entrada. ¡Abrazo!

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  4. Ese artículo es una falta de respeto a las mujeres muertas en los países musulmanes por culpa de una religión que es represiva NO EXISTE UN PAIS MUSULMAN QUE SE RESPETEN LOS DERECHOS DE LAS MUJERES NI UNO SOLO Y ES PORQUE EL ISLAM ES INCOMPATIBLE CON LOS DEERECHOS HUMANOS

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  5. ¡Muy buenas! Acabo de descubrir este blog, y sin duda lo seguiré para formarme más en feminismo. Es un tema que me apasiona, prácticamente la mitad de lo que escribo, además de que me encuentro realizando una tesina sobre violencia de género para el Máster de Salud Pública. No sabía nada del feminismo islámico, tenía justo esos prejuicios occidentales y eurocéntricos, me ha encantado esta explicación y este punto de vista. ¡Un saludo!

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